«Queremos que Alcer recupere servicios»

G.G.U.
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El Ayuntamiento de Burgos ha cedido al veterano colectivo un bajo en la Inmaculada que potenciará actividades

Marimar Sainz (izda.), Antonio Ortiz y Laura Ruiz, en la puerta de su nueva sede, en la Inmaculada. - Foto: Valdivielso

Una frase de la coordinadora de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER) en Burgos, Marimar Sainz, basta para entender cómo han tenido que trabajar en el local que ocupan desde hace años en la calle Juan de Padilla: «Era casi como tener camas calientes: levántate tú que vengo yo». Así, turnándose para hacer uso de dos salas, se las han apañado para ofrecer a sus 235 socios los servicios básicos. Cuando ya era inviable seguir de esta manera, pidieron ayuda al Ayuntamiento, que respondió con la cesión de un bajo en Camino Casa La Vega, en la barriada de la Inmaculada; un cambio que hoy les permite abrir una nueva etapa. 

Este mediodía han inaugurado la nueva sede, que no solo facilitará la organización de la entidad y el trabajo de la coordinadora y la trabajadora social, Laura Ruiz, sino que permitirá hacer más actividades y talleres, así como garantizar más intimidad y comodidad a los participantes en los grupos de apoyo. «Ya no necesitamos contar con espacio de terceros, ahora dependemos de nosotros mismos», explicaban Sainz y Ruiz junto al presidente, Antonio Ortiz, quien está visiblemente satisfecho con el cambio. «En 43 años de historia, ALCER ha crecido y ha desarrollado nuevas iniciativas y servicios que ahora podemos potenciar», dijo, subrayando la importancia de tres de ellos: nutrición, atención psicológica y fisioterapia.

Ahora, los tres están 'externalizados' y se prestan mediante convenios y ayudas específicas, pero el objetivo es que ALCER pueda ofertarlos como propios. Ya lo hizo en el pasado con la nutrición y la atención psicológica y, con la nueva sede, aspiran a «recuperarlos».

Para ello intentarán mantener abiertos los dos locales, el de Juan de Padilla (cedido por la Junta) y el de la Inmaculada (cedido por el Ayuntamiento), pero destacan que la sede será, a partir de este mediodía, la de la Inmaculada. «Aquí haremos la mayoría de las cosas, así como toda la atención personal», comentaron, matizando que prevén un aumento de usuarios por mero estilo de vida. «Hay casos en los que la enfermedad renal está causada por factores genéticos o enfermedades autoinmunes, pero hay otros en los que tiene que ver con los hábitos de vida», dicen, refiriéndose a la hipertensión, la diabetes, la obesidad...

Toda esa demanda se canalizará desde un espacio que permite a ALCER seguir creciendo.