El futuro que imaginó Almudena Grandes

EFE
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La escritora fallecida dedicó sus últimos meses a 'Todo va a mejorar', una distopía política sobre una España sin libertades que se convirtió en su forma de aferrarse a la vida

Luis García Montero, viudo de la autora, durante la presentación de la obra. - Foto: E. Press

Almudena Grandes quiso imaginar un futuro distópico que podía suceder en un país como España, sorprendido por la pandemia, y analizar los peligros que veía en el presente. Un «episodio del futuro y no del pasado» al que dedicó sus últimos meses y que se convirtió en su forma de aferrarse a la vida.

Bajo esta premisa, el poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, viudo de la fallecida autora el pasado 27 de noviembre de 2021 a consecuencia de un cáncer, presentó ayer junto al editor de Tusquets, Juan Cerezo, Todo va a mejorar, novela póstuma que comenzó a escribir durante la pandemia y de la que la actriz Aitana Sánchez Gijón leyó unos extractos.

Grandes estaba preparando Mariano en el Bidasoa, el sexto y último de los Episodios de una Guerra interminable -que concibió como una serie de novelas para dar voz a los perdedores de la Guerra Civil-, cuando comenzó el estado de alarma y el confinamiento y decidió interrumpir el proyecto para responder a través de la literatura a esa situación. La novelista comenzó a tomar notas para esta obra en la primavera de 2020 y el 7 de mayo empezó a darle vida como un «regalo» que se hacía en su 60 cumpleaños.

Pero, como recordó García Montero, el 20 de septiembre en un reconocimiento médico recibieron la noticia de que tenía cáncer. En octubre retomó la escritura, tras la primera sesión de quimioterapia, y se dedicó a ella porque era una forma de aferrarse a la vida, «se convirtió en una tabla en la que apoyarse».

Escribió y se dedicó a su historia hasta que durante sus tres últimas semanas, cuando la muerte se convirtió en una realidad, «me explicó cómo quería acabar la novela -recuerda García Montero-, leímos juntos las anotaciones de los cuadernos, hablamos de las posibilidades y me pidió que escribiese yo lo que iba a quedar sin concluir. Quería que sus lectores conociesen el final de la historia que había imaginado». «Espero no haber traicionado el amor que sintió por sus lectores y personajes», señaló.

Precisamente, tanto su viudo como Cerezo defendieron haber sido muy respetuosos con su texto a pesar de que el editor hacía siempre sugerencias a sus anteriores novelas que la escritora atendía.

Historia de resistencia

La novela transcurre en la primera mitad del siglo XXI cuando España se convierte en una dictadura ultracapitalista: el país entero se transforma en una empresa privada con dueños, los propietarios de las grandes compañías. Pero, como aseguró Grandes, en ella también hay «buenos resistentes» porque en sus historias hay «resistencia».

«Hacer de la historia un territorio de la vida cotidiana» fue su propósito con sus obras e «imaginar el futuro es una forma de reflexionar y tomar conciencia sobre los problemas que nos pueden pasar desapercibidos», sentenció su viudo.