Hace dos semanas que la reivindicación histórica de la Universidad de Burgos de crear una Facultad de Medicina protagonizó el debate político de Castilla y León. Tras una primera proposición del PSOE en este sentido que no salió adelante, finalmente fue la del PP la obtuvo el respaldo de la inmensa mayoría de los grupos de las Cortes de Castilla y León, que instaron a la Junta a que convocara «con inmediatez» la comisión académica del Consejo de Universidades para abordar dicha cuestión, incluyendo también en su propuesta la petición del mismo grado que realiza León. 

Transcurrido ese tiempo, la Consejería de Educación no tiene previsto reunir a dicho órgano porque «para iniciar un proceso de este tipo, ya sea el grado de Medicina o  cualquier otro, las universidades tienen que presentar primero un proyecto de viabilidad sobre cómo van sacar adelante dicho título», justificando este argumento en la autonomía con la que cuentan estas instituciones. «Es el primer paso», agregan, no sin antes precisar que en la propia proposición se recoge que dicha convocatoria «se realizará previa formalización de una solicitud de nueva enseñanza oficial, incluidas las de Burgos y León». Finalmente, subrayan que «no hay visto bueno para una nueva titulación oficial si no sabemos si la memoria de esta resulta viable».

La respuesta de la Consejería no ha sorprendido al rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos, quien reconoce que su contestación «no es inexacta», aunque subraya que el proceso que se ha seguido hasta la fecha para la puesta en marcha de estudios superiores pasa  primero por «superar el filtro» de la comisión académica, tal y como ha ocurrido con recientes títulos como el de Ingeniería de la Salud o Diseño y Desarrollo de Videojuegos, y con los que se ofertarán el próximo curso de Psicología y de Empresa Digital del campus de Miranda de Ebro.

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