El paso del tiempo deja huella en los edificios. Cada cierto tiempo necesitan un mantenimiento para estar en las mejores condiciones de conservación y habitabilidad aunque sea por la vía de la obligación legal. La inspección técnica de edificios o de construcciones (ITE o ITC) es el instrumento que utiliza el Ayuntamiento desde 2012 para exigir a los propietarios de inmuebles que superen los 40 años de antigüedad que les sometan a un diagnóstico y realicen las obras necesarias para su mejora pero no todos lo hacen.
Las consecuencias derivadas de la pandemia han lastrado el cumplimiento de esta obligación y cuando queda mes y medio para terminar el año solo se han presentado las de 34 de los 469 edificios que componen el censo, que incluye inmuebles construidos entre 1970 y 1973, lo que supone uno de cada diez. De ellas, 30 han sido favorables y 4 desfavorables.
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