Dos personas fallecieron ayer en el HUBU y en el Santiago Apóstol a causa de la enfermedad del coronavirus, por lo que son 604 los enfermos que han muerto debido a la infección en las camas de los hospitales de Burgos, Miranda y Aranda desde marzo del año pasado. A estas defunciones hay que añadir otras 300 en residencias de ancianos y/o de personas con discapacidad desde el comienzo de la pandemia.

La tercera oleada, sin embargo, empieza a manifestar signos de retroceso. La Junta declaró ayer 186 nuevos positivos en Burgos, que es una cifra inferior a la notificada el miércoles pasado y corrobora que las incidencias acumuladas tanto en 7 como en 14 días están estabilizándose e incluso empezando a decrecer, como sucede en la capital burgalesa. En el conjunto de la provincia (669,65 y 342,23 casos por 100.000 habitantes a 14 y 7 días, respectivamente) ese descenso todavía no es sostenido, dado que hay varias zonas de salud con unas tasas desbocadas. Entre ellas destaca Miranda.

Crece la ocupación por covid en la UCI. La Unidad de Cuidados Intensivos del HUBU, única de la provincia, atiende ya a 32 enfermos graves, mientras que la ocupación en planta cae ligeramente respecto al día anterior tras nueve ingresos y 15 altas. La 'buena' situación de Burgos permite ayudar a otras áreas de salud como Segovia o Palencia, cuyos hospitales están al límite, y según los últimos datos de la Consejería de Sanidad hay 130 pacientes ingresados por covid-19 en la provincia: 81 en el HUBU, 40 en el Santiago Apóstol mirandés y 9 en el Santos Reyes arandino.