El VIII Centenario de la Catedral tiene entre sus ejes de actuación el Consulado del Mar, el órgano creado por los Reyes Católicos para asegurar el comercio y ofrecer privilegios a los comerciantes, además de ser un tribunal donde se guardaban las buenas formas en el negocio. Esta institución convirtió a los mercaderes burgaleses en los grandes comerciantes de la época, sobre todo en los siglos XV y XVI, haciendo de Burgos una gran capital europea y trayendo a la capital productos y arte de los países con los que negociaban la lana.

Para dar a conocer su imponente historia, la Fundación VIII Centenario de la Catedral ha organizado la muestra que se podrá ver en el Fórum, con entrada libre y hasta el 16 de octubre. 'El Consulado del Mar y los mercaderes burgaleses'. La exposición, que se puede visitar en la primera planta, reúne un centenar de piezas entre documentos, libros, mapas y obras de arte. Destaca, por ejemplo, la 'Anunciación', del taller de Van der Weyden, cuadro que se puede ver por primera vez y que se halla habitualmente en la celda en la que vivió Santa Teresa en el convento burgalés de las Carmelitas de San José y Santa Ana. También se muestras dos cuadros de Marceliano Santa María, libros de mercaderes y documentos que relatan sus movimientos económicos y la introducción, por ejemplo, de las letras de cambio, escritorios portátiles, cajas fuertes, monedas de la época de los Reyes Catòlicos, mapas y obras de arte como el Cristo de la piedra fría de la Catedral, o varias figuras talladas en Malinas procedentes de templos de Sasamón, Villandiego y Oña. Además se nombra a las principales familias, se reconoce a algunas mujeres mercaderes, se expone la indumentaria de la época y mapas que explican sus recorridos, además de las cantidades de lana que se vendía.

Comisariada por Marta Negro, la directora del Museo de Burgos, la exposición reivindica Burgos como origen del comercio internacional.