Juan Francisco Lorenzo

Pensar con los ojos

Juan Francisco Lorenzo


Mariasun

19/12/2022

Es una mujer observadora, de palabra justa, mirada profunda y fiel a los amigos con los que no se ahorra ningún esfuerzo para cultivar su amistad. La conocí hace años en el Hospital General Yagüe donde trabajamos juntos en el servicio de Medicina Interna y allí fui testigo de su delicadeza en el trato con el enfermo, su compromiso con el trabajo y su generosidad en el esfuerzo, algo muy frecuente en muchas profesionales de la Enfermería como ella, sin las cuales el proceso de sanación de los pacientes carecería de su mejor versión.

Las enfermeras no hacen ruido pero siempre están ahí, su protagonismo en los procesos de enfermedad difiere del protagonismo del médico pero son l@s profesionales que llegan más allá del estricto proceso técnico de curación o mejora, atendiendo el lado más humano de ese proceso protegiendo la dignidad de la persona en las múltiples necesidades que surgen cuando la autonomía se pierde, la vida se ve amenazada y la incertidumbre revolotea por encima de las cabezas.

Un hospital es un lugar de curación pero también es un medio hostil, sus pasillos tienen vida propia y por ellos circulan profesionales, familiares y enfermos en muchos casos en espera de resultados, de pruebas o de noticias que pueden ser buenas o malas, pero que al menos te sacan de la incertidumbre que nunca es buena compañera de viaje.

Hace tiempo que el papel de la enfermera adquirió vida propia abandonando la subordinación un tanto servil que en tiempos pasados profesaban a los médicos, y eso vino bien a todos: a ell@s para desarrollar su actividad, a los pacientes para mejorar su atención y a los médicos para que moduláramos nuestro ego que siempre tiene tendencias alcistas.

Mariasun, que así se llama mi amiga y compañera se fue del hospital, y tras un dilatado periplo en diferentes centros sanitarios acabó en el Centro de Salud de San Agustín, centro pionero en el proceso de transformación de los viejos ambulatorios en Centros de Salud. Allí, en las consultas de pediatría, ha trabajado con el talante que la caracteriza hasta el momento de jubilarse. 

Gracias compañera, que la vida sea tan generosa contigo como tú lo has sido con todas las personas que te han necesitado.