Hay burgaleses a quienes cometer delitos contra la seguridad vial les resbala. El nivel de reincidencia es tal que ya preocupa incluso a la Policía Local, para cuyos agentes no es extraño denunciar al mismo conductor en un plazo corto de tiempo por ir bebido, superar el límite de velocidad o cualquier otra infracción.

El pasado lunes día 25 de abril, sobre las 20 horas, una patrulla de la unidad canina acudió hasta el pinar de Villatoro en funciones de vigilancia y control de tenencia de estupefacientes, ya que es un lugar frecuentado por toxicómanos para consumir. Nada más llegar, los funcionarios policiales se percataron de que un vehículo efectuaba una extraña maniobra para ocultarse, ya que el conductor había advertido la presencia del vehículo del Cuerpo municipal de seguridad.

El coche no fue muy lejos y los agentes acabaron identificando al conductor. Le informaron de que uno de los perros iba a realizar una inspección del vehículo para detectar la presencia de drogas en el interior. El animal marcó varios puntos pero no halló ninguna sustancia. Ante la sospecha de que hubiera consumido estupefacientes mientras circulaba el coche, fue solicitada una dotación de atestados para que llevara a cabo una prueba de drogas al individuo. Dio positivo en anfetaminas. 

Lo más sorprendente es que cuando el operador de la sala del 092 filtró el nombre del conductor saltó una incidencia que advertía que había perdido el carné en 2020 y que desde aquella fecha no había recuperado el permiso. Fue detenido como autor presunto de un delito de la seguridad vial.

Pero es que justo hace un mes, el 26 de marzo, la Policía Local interceptó a este mismo burgalés tras saltarse un semáforo en rojo en la capital burgalesa. Le hicieron la prueba de alcoholemia y dio positivo. Y en ese momento los agentes también comprobaron que manejaba el vehículo teniendo retirado el carné de conducir.

Tras estas dos intervenciones policiales, este sujeto se enfrenta a dos juicios por delitos contra la seguridad vial, al margen de tener que pagar multas por alcoholemia, consumo de drogas al volante y rebasar un disco en rojo. La sentencia judicial habrá de castigarle con una pena más allá de la retirada del carné, pues está demostrado que carecer del permiso no impide que coja el coche.