A Burgos se le «acaba la paciencia» con el AVE

I.E.
-

Los presidentes de la Cámara y de la FAE tildan de «tomadura de pelo» la gestión del Ministerio con la 'crisis' de los viaductos y la eterna fase de pruebas

El tren de pruebas Séneca, en la estación Rosa Manzano, en septiembre de 2020. - Foto: Alberto Rodrigo

Los representantes de los empresarios burgaleses llevan años denunciando la «pésima» gestión que está haciendo el Ministerio de Transportes -antes Fomento- con las obras del AVE entre Burgos y Valladolid, que acumulan un retraso de más de siete años. Pese a todos los contratiempos, problemas constructivos y pruebas que se eternizan, tanto el presidente de la Cámara como el de la FAE aún se sorprenden en estos días de que la ministra Raquel Sánchez anunciara la llegada de la alta velocidad este trimestre al tiempo que salían a la luz las deficiencias que presentan tres viaductos de la variante, que deberán ser reparados para que los trenes puedan circular a 210 kilómetros por hora. 

Tanto Antonio Méndez Pozo como Miguel Ángel Benavente coinciden en que se trata de «una nueva tomadura de pelo» a todos los burgaleses, que «demasiada paciencia y aguante» están demostrando con un proyecto «cuya planificación ha sido nefasta casi desde el principio». El presidente de la Cámara tilda de «inadmisible» que el AVE siga en pruebas -todavía no han empezado las que han de hacerse a más de 200 kilómetros por hora- y Raquel Sánchez anuncie su puesta en funcionamiento este trimestre. «Firmaría ahora mismo que estuviera aquí en octubre», afirma. Es esa la fecha que maneja el Adif para la finalización de los trabajos de reparación de los puentes de la variante. 

Para Benavente resulta «incomprensible» que quienes diseñaron  la variante del desvío ferroviario «no lo hicieran con la previsión» de que en el futuro «cercano» por allí iba a circular un tren de alta velocidad, de manera que «tendrían que haberlo ejecutado ya para soportar velocidades elevadas y no solo a 50 kilómetros por hora». «Es que alguien debe responder por esto, porque no hay que olvidar que se hace con dinero público, que es de todos», recuerda.

«Falta de delicadeza». Antonio Méndez Pozo advierte de que en el Ministerio «están mostrando una falta de delicadeza preocupante» con los burgaleses, pues todos estos retrasos «suponen un perjuicio económico y social importante» para la provincia, a la que en Madrid «deben considerar un territorio de segunda, por lo que parece». Benavente le da la razón y subraya que tanto Raquel Sánchez como el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, han venido a Burgos en la campaña electoral «para reírse en la cara de los burgaleses» cuando  han asegurado que el AVE funcionará en Burgos este trimestre.

En opinión de Méndez Pozo, «demasiado bien reacciona la sociedad burgalesa a la tomadura de pelo constante» del Ministerio, pues «no hay que olvidar -apunta Benavente- que las oportunidades que pierde un territorio otros las aprovechan».

«Yo no creo en las casualidades y en la mala suerte, de modo que no es tan descabellado pensar que hay una mano negra que boicotea los proyectos que tienen que ver con Burgos», lamenta el presidente de la patronal.

Hay que recordar que la pasada semana este periódico publicó el anuncio de licitación de las obras de reparación que habrá que hacer en tres viaductos de la variante de Burgos (que el propio pliego decía que se harían entre abril y octubre).

Con todo, el Gobierno, a través del ministro Félix Bolaños, aseguró que el calendario de llegada de la alta velocidad a Burgos que anunció Raquel Sánchez días antes se mantenía, es decir, que entraría en funcionamiento este trimestre. Ni Benavente ni Méndez Pozo dan crédito.