El décimo aniversario de los Premios Ciudad de Burgos animó a Óscar Martín a reproducir en gran formato la imagen que reciben los galardonados, con el Cid arrodillado antes de partir al destierro. «Aunque suelo producir obra en función de los encargos, el año pasado me planteé contar con escultura grande por iniciativa propia por si me salía algún proyecto. Porque son piezas que tardas mucho en hacer y que requieren de cierta inversión, algo que solo te puedes permitir poco a poco. No sabía por dónde o con cuál empezar y los diez años de este premio junto a que era la escultura favorita de mi madre, que falleció el año pasado, me animaron a recrear esta a gran tamaño», explica el escultor burgalés. Con ese motivo Hincado de hinojos ha estado expuesta a la entrada del Fórum en Navidades.
Mientras la escultura de mortero, latón y acero permitía la interacción con los ciudadanos en el paseo de Atapuerca, recibió la primera solicitud para iniciar su particular destierro: «Se pusieron en contacto conmigo desde Almacelles, en Lérida, para hablar de una gran zona expositiva de obra pública en lo que denominan Parque Europa. El proyecto se llama Alma -el nombre va muy bien con mi filosofía- y cada año cuentan con artistas nacionales e internacionales. Cuando vi el concepto y la iniciativa, enseguida le dije a la comisaria, Luisa Noruega, que me involucraba en el proyecto».
La escultura de 2,30 metros de altura y 400 kilos de peso viajó este jueves hasta Lérida para convivir en ese pulmón verde de 2,5 hectáreas y un lago de 3.000 metros cuadrados con piezas de Eduardo Chillida, Josep Guinovart, Karl Stengel, Wenceslao Jiménez y hasta setenta artistas, entre los que exponen al aire libre y los que forman parte de un exposición de obra de menor tamaño en el Museo de Arquitectura y Urbanismo. Hay obra monumental procedente de EEUU, Polonia, Alemania, Reino Unido, Armenia, Italia y ciudades españolas como León, Valencia, Girona o Burgos.
La pieza de Óscar Martín permanecerá expuesta durante un año a partir del día 25, cuando se abre la muestra: «Me hace mucha ilusión que además sea una obra del Cid, porque esa zona del Segres está cerca del recorrido del destierro, y de alguna manera vuelve a vivir aventuras por allí», añade Martín, que tiene otro Cid a la entrada de la ciudad que fue un encargo del Ministerio de Fomento. «Creo que este tipo de obras monumentales son muy interesantes para las ciudades por el carácter que le dan y porque aportan símbolo, belleza y contemporaneidad ya que, a la vuelta de unos años, se entenderán como la huella de una época y de los autores que había en ese momento. Además de que exponerlas en la calle te permite ver cómo reacciona el público y cómo la hacen suya, algo que he podido comprobar con Hincado de hinojos durante el tiempo que ha estado junto al Fórum», resume.
La siguiente escultura de gran formato que Óscar Martín quien crear es la que representa a un peregrino. «Ojalá pueda darle salida, pero todo a su tiempo».