Solo Briviesca, La Vid y Fuentebureba pierden población

S.F.L.
-

El resto de municipios ganaron habitantes en el último año. Destacan Poza, con 20 nuevos censos, y Grisaleña, con 16

Plaza Mayor de la capital burebana. - Foto: VALDIVIELSO.

Los municipios más poblados de la comarca burebana han comprobado que en el último año la cifra de empadronados se ha visto incrementada ligeramente con respecto a la del 2020, a excepción de Briviesca, La Vid y Fuentebureba, que han perdido un importante número de vecinos.

Según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, el aumento de población es notable en ciertas localidades aunque los responsables del registro desconocen si la pandemia tiene algo que ver en ello. La tendencia a la baja en la evolución de la población en Briviesca se consolida y por undécimo año consecutivo las cifras continúan en descenso, pasando de 6.582 a 6.465 en doce meses, llegando así a perder 1.162 vecinos en la última década. A fecha 1 de enero de 2022 el padrón lo integraban 6.465 personas frente a las 7.627 de 2012, en el mismo periodo. El dato supone un retroceso del 15% que sitúa a la capital burebana a niveles de población de hace 19 años. Si en 2008 rozaba la barrera de los 8.000 ciudadanos, los datos actuales indican que si la situación no mejora, en menos de un lustro los números caerán hasta los 6.000.

La ciudad puede considerarse como un ejemplo de buena convivencia intercultural ya que en sus calles se mezclan 32 nacionalidades. Sin embargo, en los últimos 12 meses se han perdido 3 de las 35 razas que conviven: la francesa, la irlandesa y la rusa.

La Vid y Fuentebureba también ha sufrido drásticamente las consecuencias de la despoblación y 12 y 7 residentes respectivamente han dejado de formar parte del censo municipal, por lo que el listado se ha visto reducido hasta las 19 y 40 personas. Reinoso, el municipio menos poblado de la comarca se mantiene con 15 habitantes.

Por sorprendente que resulte a los residentes del resto de municipios, ya sea en mayor o menor medida, el número de empadronados ascendió en 2021. Llama la atención el incremento de Poza de la Sal, donde los 274 vecinos pasaron en cuestión de meses a ser 294. Otra de las cifras a destacar es la de Grisaleña, que la mejora de las infraestructuras locales ha provocado que el vecindario haya aumentado en 16 personas, animando a establecerse a cuatro familias, una tendencia contraria a lo que en general viven los pequeños núcleos de la España Vaciada. Le siguen de cerca las localidades de Cubo, que ha ganado 10 habitantes, Los Barrios de Bureba, 7, Quintanabureba, 7, Busto, 5, Vallarta, 5, Carcedo, 5, y Oña, 5. Este último corresponde con el municipio burgalés que más población ha perdido en el último cuarto de siglo; en concreto 790 habitantes.