Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


Veinticinco horas

13/10/2022

El último domingo de este mes volverá a tener 25 horas. Nadie lo ha remediado y los relojes cambiarán, una vez más, al horario de invierno. Han quedado en el olvido los estudios realizados en 2018 por la Comisión Europea que abogaban por un horario único durante todo el año, algo con lo que también parecían estar de acuerdo la mayoría de los ciudadanos que fueron preguntados al respecto. Nos hicimos ilusiones, pero no se alcanzó un acuerdo sobre si convenía más el de verano o el de invierno, luego llegó la pandemia y, aunque 2021 se vislumbraba como el último en el que adelantaríamos o atrasaríamos nuestros relojes, nunca más se supo del asunto.

Aunque parezca que siempre ha sido así, esta imposición horaria es relativamente reciente. Con la primera crisis del petróleo de los años setenta se acordó realizar el ajuste con la finalidad de hacer coincidir las horas de luz con el horario laboral, para que, principalmente, el sector industrial, que es el que más consume, ahorrara energía. Un ahorro que no es tanto y que no queda claro que compense los trastornos que ocasiona a muchas personas a las que adelantar o atrasar una hora, según la estación, altera los biorritmos causando problemas con el sueño, falta de concentración, cansancio o depresión.

Según el IDAE, el ahorro en iluminación podría estar en torno a un 5 por ciento, siempre y cuando el cambio esté acompañado de un comportamiento adecuado y del uso de tecnologías de ahorro en iluminación. Seguro que el porcentaje sería mayor sin cambiar horarios y adoptando otro tipo de medidas como el establecimiento de jornadas laborales que terminen antes, con beneficios añadidos de cara a la conciliación y al aumento de la productividad. 

En España, el problema se acrecienta ya que en la época franquista el caudillo se empeñó en incluirnos en el huso horario de Berlín, más de su gusto que el de Londres, que es el que nos corresponde por la posición geográfica, es decir, que nuestro horario natural debería ser una hora menos, como ocurre en Portugal o en las Islas Canarias.

Es poco probable que, con una nueva crisis energética encima, retomar esta cuestión vaya a ser una prioridad para la Comisión Europea así que a las 3 volverán a ser las 2, me temo que por muchos años.