Justino Izquierdo, el misionero burgalés que se encontraba ingresado en el Hospital Carlos III, ha sido dado de alta esta tarde. La segunda prueba para detectar una posible infección por el virus del ébola realizada esta mañana ha dado negativo y el sacerdote regresará a casa.

Tras pasar varias semanas en Monrovia tratando de reabrir el hospital que la orden de San Juan de Dios tiene en la capital liberiana, Justino fue ingresado como medida preventiva al regresar a España con dolor de garganta y fiebre. Aunque desde la propia orden ya se avisó de que el burgalés nos e había encontrado en contacto con el virus (su labor allí fue puramente administrativa), su presencia en el país africano, donde la epidemia está fuera de control, aconsejaban realizar un seguimiento exhaustivo.

El religioso ingresó el jueves en el centro sanitario de Alcorcón y en la jornada del viernes se le realizó una primera prueba que dio negativo. La mejora de su salud y este resultado aceleró la realización de un segundo examen que ha sido igualmente negativo, por lo que Justino Izquierdo ha sido dado de alta.