Según nos acercamos al 28 de mayo, los líderes políticos se esfuerzan en decir una barbaridad más grande que la del día anterior. La verdad es que no se de donde sacan una imaginación tan malsana como apocalíptica.
Si los ciudadanos creyéramos todo lo que dicen tendríamos que estar haciendo las maletas para irnos, como cerca, a Marte.
Isabel Díaz Ayuso quiere ilegalizar a Bildu y Oskar Matute, diputado de EH Bildu, le ha respondido "Isabel tú a tus macetas, que una cosa es leer y otra comprender". E Ione Belarra, muy aguerrida ella, ha dicho que la presidenta de Madrid no solo quiere ilegalizar a Bildu sino que después irá "a por los catalanes y luego a por nosotros". ¡Ahí es nada!.
Claro que Alberto Nuñez Feijóo tampoco se queda corto y así le dejó dicho a Pedro Sánchez: "Es usted un Presidente más generoso con los verdugos que con las víctimas", refiriéndose a los pactos del PSOE con Bildu.
Y uno de los nuevos dirigentes del PP, Elías Bendodo, ha puesto un mote a Pedro Sánchez "Pedro mil anuncios".
Y Santiago Abascal, ya puesto, ha calificado de "chulos" a los dirigentes del PP y refiriéndose a Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha, le ha acusado de ser cómplice de Pedro Sánchez ante "la rendición a Marruecos" y "la suelta de violadores".
Otro que no se corta es Oriol Junqueras que, muy ufano, ha asegurado que "Bildu ha liderado el proceso de paz y deberíamos celebrarlo".¡Casi nada! Lo peor es que seguramente se lo cree.
Estas son algunas de las "perlas" que se han intercambiado los dirigentes políticos en campaña electoral y no quiero ni imaginar lo que se les ocurrirá cuando se convoquen elecciones generales para fin de año.
Pero vuelvo al principio y, por tanto, me pregunto porque los líderes políticos creen que los ciudadanos queremos asistir a este intercambio de exageraciones y, en muchos casos barbaridades. En vez de apelar a la razón, pretenden obtener votos azuzando los peores instintos ciudadanos.
Y así todos los días asistimos estupefactos a escuchar quién dice la barbaridad más gorda.
En mi opinión, esta actitud de los líderes políticos, de todos los partidos, pasa por la confrontación a cara de perro entre quienes tienen ideas diferentes, y no lo hacen esgrimiendo razones sino instando a las emociones más primarias. Bien es verdad que, dentro de los partidos, hay dirigentes más templados como Juan Lobato del PSOE o Borja Semper del PP. Pero son una excepción en este teatro electoral.
En fin, aún faltan días para el 28 de mayo y supongo que nos quedan unas cuantas barbaridades por escuchar. Lo dicho:¡que hartura!