Félix Escribano

Luces Largas

Félix Escribano


Videomapping

28/05/2023

Es verdad aquello de que el Cid sigue ganando batallas después de muerto. Sin ir más lejos, el pasado sábado durante la celebración de la Noche Blanca batió un nuevo récord: estuvo cabalgando a la vez por las fachadas del Arco de Santa María, de la Catedral y de la Capilla de los Condestables. Lo vi con mis propios ojos en un breve paseo por la fría noche burgalesa. Lo hizo con ayuda del videomapping, ya saben, esa técnica de videoproyección sobre monumentos que está tan de moda, que permite alinear contenidos animados sobre el mundo real creando una ilusión óptica. Y que tiene mucho peligro en mi opinión, porque se utiliza a menudo como un recurso en sí mismo en eventos de masas, pero veo que muchas veces se descuida la calidad del contenido de la proyección, que debería ser lo importante. Parece que si se anuncia un espectáculo de luz y sonido el éxito está asegurado, y todos pasamos diez minutos mirando pretenciosos efectos especiales (que a mí habitualmente me parecen de muy mal gusto), pero… ¿qué nos cuentan? Por supuesto que no se puede generalizar, y recuerdo aportaciones muy interesantes, pero, ¿de verdad que tenemos que volver al Cid una y otra vez, aunque no venga a cuento? Vale que es un símbolo que identifica nuestra ciudad, pero a base de manosearlo tanto, ¿no estaremos banalizando la figura histórica? Igual hay que salir de vez en cuando del bucle, mirar un poco más adelante, y dar importancia a la calidad de la propuesta artística. A ver si lo conseguimos con la Candidatura a Capital europea de la Cultura en 2031, que parece va en esa dirección.

El contrapunto lo tenemos justamente en el interior del Arco de Santa María, con la excelente exposición El sueño especiero. En el espacio central del Arco cuelga una gran bola del mundo sobre la que se proyectan los itinerarios que hicieron los mercaderes burgaleses por los distintos océanos en busca de las preciadas especies. En este caso, el videomapping es un recurso al servicio de un relato, muy bien utilizado, ya que de manera muy gráfica te haces a la idea de los interminables viajes en esos pequeños barcos de madera… ¡vaya increíble aventura! Si todavía no lo han visto, no se lo pierdan, que ya no queda mucho tiempo, solo hasta el 11 de Junio.
Volviendo a la Noche Blanca, la proyección sobre la Capilla de los Condestables me ha hecho recordar que en la tramitación del Proyecto de reforma de Las Llanas no se autorizaron las primeras soluciones para la medianera precisamente para no convertirla en una pantalla en la que generar proyecciones… La solución finalmente aprobada no se ha podido todavía ejecutar por una demanda de los propietarios del edificio, pero de eso hablaremos otro día. Mientras tanto, el Cid o Bob Esponja, según se tercie, seguirán paseando de vez en cuando por las fachadas de la catedral… Es complicado esto de la protección del Patrimonio.