El 5 de octubre se celebra el Día Mundial de los Docentes, desde 1966, ya que se conmemora el aniversario de la adopción de las recomendaciones Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la Unesco relativas a la situación del personal docente y se establecen sus derechos y responsabilidades, entre otras consideraciones.

Los docentes tienen una gran responsabilidad en el desarrollo humano, social, psicológico y emocional de los niños y adolescentes. Personalmente recuerdo con muchísimo cariño a mi profesora de parvulitos, la señorita Angelines, con la cual, además de los conocimientos propios de la edad, aprendí lo que era compartir con los compañeros, jugar… igual que posteriormente a la señorita Trini, que ya me fur dando y guiando en mis aptitudes y ayudándome a superar los obstáculos didácticos que me encontraba por el camino; ya con más años y en otras etapas de la vida, recuerdo a Tomás que, a pesar de exigirme tanto, tenía confianza en mí y en mis capacidades, Fermín, Laura, Pietro…

Como ocurre en todas las profesiones y más en las de índole social, todos nos hemos encontrado con docentes altamente preparados, con una vocación que supera las expectativas y a los cuales tenemos que agradecer tantísimo. Afortunadamente tengo el placer de conocer a gran cantidad de estos profesionales.  Pero también, lamentablemente, nos encontramos (al igual que en todas las profesiones) con personas que no tienen ni capacidad, ni vocación. Sin duda, hay que agradecer a los que son capaces de obtener lo mejor de nosotros de manera estimulante y enriquecedora, pero también a los que nos ponen obstáculos, ya que al final, el logro es más satisfactorio.

A todos los docentes, debemos de agradecerles. Aunque no debemos olvidar que ellos son sólo una parte del proceso educativo, y que la educación y muchos hábitos de comportamiento deben inculcarse y reforzarse en el domicilio. Es una tarea conjunta, no sólo de una parte. Además del esfuerzo personal. 

Estupendo y merecido reconocimiento internacional el que celebramos hoy, por las generaciones anteriores, las actuales y las que vendrán. Bravo