Rafael Barbero

Lo que de verdad importa

Rafael Barbero


Solidaridad, la palabra del 24

22/01/2024

Comenzamos el nuevo año y como no puede ser de otra forma nos marcamos objetivos para este ejercicio que nos permitan crecer, ya sea a título individual o de nuestra sociedad. Yo les propongo que dentro de estos objetivos para 2024 prioricen la Solidaridad y que ésta sea la palabra del 24 frente a la polarización del 23. 

Según la RAE la Solidaridad se define como la adhesión circunstancial a la causa o la empresa de otros y existen innumerables causas o empresas en nuestra sociedad que apuestan por mejorar la situación actual de la misma. Pero, ¿cómo puedo yo ser solidario de forma eficiente y confiando por campos que encajen con mis valores? A mi entender, la mejor respuesta a esta pregunta es «apoyando a aquellas entidades sociales, fundaciones o asociaciones que sean más afines con los principios, creencias o convicciones de cada uno». Habrá quien piense que la atención a personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social conseguirá aumentar los niveles de igualdad social. Habrá quien crea que apostar por el crecimiento de países del tercer mundo a través de programas de cooperación permitirá que algún día sean estos países quienes tengan capacidad de pescar por sí mismos. Habrá quien quiera dejar a sus hijos ecosistemas medioambientales más sostenibles que los que nosotros hemos generado. Quienes pretendan impulsar la investigación para curar enfermedades que hoy no lo son. Quienes vean en la creación de trabajo digno y de calidad una vía para reducir las desigualdades y generar oportunidades. 

A día de hoy y según datos del Barómetro del Tercer Sector de Acción Social en España en 2021 existían casi 28.000 entidades dedicadas al mecenazgo, de las cuales más de 15.800 eran fundaciones que trabajan por la defensa de los derechos humanos, por la asistencia e inclusión social, por la cooperación para el desarrollo, por la defensa del medio ambiente, por la promoción educativa, cultural, científica, deportiva, sanitaria, laboral, del patrimonio,… Estas entidades, que aportan el 1,44% del PIB del país y dan trabajo a 528.000 personas, gestionan de forma eficiente los recursos que reciben para desarrollar su misión. Por tanto y como primer paso para quienes quieran indagar sobre una causa a la que contribuir deberían buscar entre aquellas fundaciones, asociaciones u organizaciones sin ánimo de lucro que desarrollen su actividad en el campo en el que cada uno entienda que son más productivas para el impulso de la sociedad. Hoy en día no es difícil encontrar y contactar con estas entidades, ya sean de ámbito nacional, regional o local, y conocer en detalle cuáles son sus principales objetivos y aportaciones.

¿Y una vez elegida la entidad a la que apoyar, cómo hacerlo? Evidentemente podemos aportar nuestro tiempo a través de los programas de voluntariado que dichas entidades gestionan. Pero la vía más sencilla para colaborar con las mismas es realizar donativos o donaciones que les permitan financiar sus actividades. Alguna de estas entidades, sobre todo las de carácter más social, se financian con subvenciones o convenios con administraciones públicas. Pero la gran mayoría tienen como una de sus principales vías de ingresos las aportaciones de donantes comprometidos con las mismas y que apuestan por el impulso de sus actividades. En este sentido y según datos de la Agencia Tributaria, de los 21 millones de contribuyentes al IRPF algo menos de 4 millones realizan donativos a favor de fundaciones y asociaciones siendo la media del donativo realizado de 171 euros anuales. Es decir, únicamente un 20% de las personas que realizan la declaración de la renta contribuyen con cantidades económicas a la mejora de la sociedad existiendo por tanto un gran potencial de aumento en este sentido.

Para impulsar las aportaciones económicas a estas entidades de desarrollo social y desde el 1 de enero de este año se han incrementado las deducciones fiscales de las que tanto particulares como empresas se pueden beneficiar si realizan donaciones. En el caso de los particulares, de los primeros 250 euros aportados se podrán deducir el 80%, es decir, recuperarán 200€ en la declaración de la renta del ejercicio siguiente. Y a partir de los 250 euros la deducción pasa a ser del 40% (o del 45% si se mantienen los donativos a la misma entidad durante más de dos años). En el caso de las sociedades mercantiles la deducción se ha ampliado hasta el 40% de las cantidades donadas (siempre que no supere unos límites definidos). Además, existen deducciones autonómicas que complementan las estatales y que el en caso de Castilla y León potencian la recuperación del patrimonio cultural y natural, así como el fomento a la investigación, el desarrollo y la innovación.

Por tanto, no hay excusa para que todos seamos más solidarios y para ello le animo a que investigue ya sobre aquellas entidades sociales con las pueda tener más afinidad; y que, una vez elegidas uno o dos, contacte con ellas, conozca en detalle sus actividades y resultados y se comprometa con las mismas aportando unos donativos (que le van a salir casi gratis). Estoy seguro de que con ello saldremos ganando todos.