Ela Gayubo de la Cámara

Aguas Abajo

Ela Gayubo de la Cámara


No entiendo esto

23/02/2023

Ya hace un tiempo que organismos como UNICEF o la ONU anuncian que uno de los peores lugares para nacer en el mundo es Afganistán. Esto se debe, por elegir alguno de la increíblemente larga lista de factores, a la grave desnutrición que afecta a más de 12 millones de niños y niñas. 12 millones. 

Además de esto se enfrentan a enfermedades como el sarampión o el dengue sin apenas recursos y, en general, a la falta de servicios básicos de cualquier tipo. Este país no está clasificado en la lista de Indice de Desarrollo Humano que desarrolla la ONU, pero si lo estuviera, estiman que sería el último. La peor suerte que puedes correr como habitante de este mundo parece ser nacer en un terreno en el que es sorprendente que la vida consiga tan solo abrirse paso.

Repasando los datos resulta incomprensible, aunque a la vez bastante esperable, que la cosa pueda ir a peor. Resulta que sí. Se complica salvajemente si además naces con un par de cromosomas X y se te diagnostica haber nacido con sexo femenino. 

Estar bien adaptada en un entorno así implica tener miedo desde pequeñas a prácticamente todo, vivir en la desconfianza hacia el vecino, aprender a callar antes que a hablar y no saber lo que significa la palabra libertad porque no existe y a lo que no existe no hay por qué ponerle un nombre. 15 millones de mujeres que tampoco existen en su propia tierra. Esas son muchísimas personas. 

No hay ni un solo día en el que no me sienta afortunada de poder decidir ser lo que quiera ser, decir lo que pienso y confiar en mi entorno. No creo que ninguna de las lectoras a las que alcance a llegar este texto pueda identificar un momento de su vida con el que pueda empatizar con la miseria permanente a la que se enfrenta cualquier mujer o niña de países como Afganistán.

El mundo entero se estremece ante la amenaza que supone reforzar una idea tan ponderosa e irracional como el odio hasta hacerla capaz de consolidar y conquistar países enteros