Ana Castellanos

Ana Castellanos


El verano también acaba en agosto

30/08/2023

La posición de la Tierra y el Sol dictan cuando comienzan y acaban las estaciones del año, pero la realidad es terca y en muchos lugares el verano de verdad se acabó el domingo. Muchos no esperaron al 31 de agosto para hacer las maletas y recoger la casa de veraneo, sino que regresaron a sus obligaciones laborales el denostado lunes. En la mayoría de los pueblos de Las Merindades se dio un salto mortal, del bullicio y el griterío de la chavalería en bicicleta o simplemente disfrutando en grupo en las piscinas, ríos y veladas interminables... al silencio. Ese silencio que en invierno será infinito y que hasta la entrada del otoño se escuchará solo de lunes a viernes hasta que el fin de semana regresen algunos para disfrutar de los últimos coletazos del estío y las fiestas patronales que aún quedan por celebrar en septiembre.

Para remate de la jugada, no solo han regresado a la ciudad la mayoría de las familias que llenan el medio rural de juventud durante el verano, sino que muchos de los habitantes de los pueblos también han decidido partir a disfrutar de unos días fuera, huyendo de este salto al silencio tan intenso tras la vida de días atrás. Los jóvenes se despiden de amigos que no verán, quizás hasta Semana Santa o incluso hasta el próximo agosto. Las grandes cuadrillas del verano van menguando.

Los besos furtivos de las noches de calor se irán olvidando o quedarán en el diario de los mejores recuerdos, de los que tantos guardamos de los largos veranos al sol, entre amigos, entre risas, en una especie de espejismo en que se convierten los pueblos, en un ideal que en cuanto acaba agosto desaparece como se diluye un azucarillo en un café. Cuánto daríamos muchos porque ese pulso vital se mantuviera todo el año y el 'verano' durase doce meses. Solo una oferta de empleo de calidad sería capaz de retener en el medio rural al ejército de familias jóvenes que cada verano regresa con sus hijos para inexorablemente volver a partir después hacia sus ciudades a trabajar. De momento, no veo ningún rayo de luz en el horizonte. Pero soñemos en clave de sol.