Primero de todo, quiero felicitarles el año. Feliz 2023, esperemos que sea fantástico y lleno de buenas noticias para todos. Como estamos en fechas navideñas, mañana viviremos la noche más emocionante de todas las navidades, para niños y mayores. 

Para los mayores, quizás los Reyes Magos de Oriente deban hacer un esfuerzo mayor ya que existen muchas necesidades que no solo dependen de ellos y su magia. Como, por ejemplo, el hecho de que las mujeres embarazadas que pertenecen al Centro de Salud Sur por el momento no estén recibiendo el curso de preparación al parto. Se las ha comunicado que tendrán que esperar hasta últimos de enero, hasta que se pueda conseguir a una persona que pueda ofrecerle pero, en cambio, en el Centro de Salud Norte sí que se desarrolla. No sé de quien dependerá pero… raro e inicialmente lamentable si parece. Igual sucede con muchos puestos de trabajo que, a pesar de ofrecerse de manera pública, por las características que se piden en sus bases parece que estén ya adjudicados, cerrando así las posibilidades a muchas personas que, sin duda alguna, también tendrían derecho a demostrar su valía. Por lo menos demostrarla, no encontrarse ya un muro y las puertas cerradas. Las cosas, cuando se hacen sin miedo y sin manejos, generalmente suelen ser más satisfactorias para todos, sino siempre queda la sospecha de algo oscuro y oculto en ello. Pero, quizás estos problemas, al igual que otros muchos, se solucionen lo antes posible, no solo por el malestar que provocan en la ciudadanía, sino también por la falta de transparencia, desesperación e incredulidad que provocan.

Aprovechen que todavía están a tiempo de escribir la carta a sus Majestades y ojalá reciban todo lo que necesiten para este 2023. De momento, se presenta novedoso, con mucha esperanza e incertidumbre, pero también con solidaridad y esperemos que, con más empatía, más recursos, avances y mucha salud.