Desde que leí la noticia, no puedo dejar de imaginarme la cara del pobre taxista al que toda una señora alcaldesa reprendió, a las puertas de la estación de trenes de Burgos, enfadada ante la falta de vehículos en la parada para recoger a las personas que llegaban en el AVE procedente de Madrid.

Le doy la razón a la señora Ayala. No resulta fácil para el viajero llegar a la 'nada' que supone la estación Rosa Manzano. Sobre todo si eres foráneo y desconocedor de la ubicación de la misma, quizá pienses que te has equivocado al apearte: «la cosa es que no ponía Burgos y estoy en medio del campo». Ni edificios a su alrededor, ni comercios, ni casi vida y pocos o ningún taxi. Si puedes permitirte pagarlo, porque el trayecto no es barato en ningún caso, dada la distancia de la estación a cualquier otro punto de la ciudad.

El plan B, si nadie va a recogerte, pasa por subir a un autobús municipal. En este caso es justo reconocer las mejoras realizadas en los últimos tiempos en cuanto a número de líneas que llegan e instalación de una marquesina que indica donde está la parada que, hasta hace poco, ni eso. También se agradece la pantalla informativa, aunque sería realmente útil si en lugar de en el interior de la estación estuviera junto a la parada; quizá es que las inclemencias del tiempo la estropean y allí las inclemencias se notan mucho. Otra cosa es la frecuencia, porque te montas en el primer bus que pasa, ya que el siguiente no lo hará en mucho rato, y si no tienes suerte tardas tres cuartos de hora en llegar hasta el centro. Mirado por el lado bueno, el sufrido viajero consigue un tour a módico precio por toda la ciudad.

Tras comprobar la realidad en propias carnes, quizá la alcaldesa, además de montar en cólera, llegue a la conclusión de que no estaría de más coordinar de una forma más eficiente el servicio de taxis, que allí tiene una parada muy aislada y poco rentable, con el servicio municipal de autobuses; por hacer una sugerencia, reforzando con servicios punta directos hasta el centro a las horas en que se sabe que llegan los trenes. Propios y foráneos lo agradeceríamos mucho.