José María Vicente

El Rincón de...

José María Vicente


Tamames

28/03/2023

Pues yo me lo pasé bastante bien con las intervenciones de Tamames. Una vez comprobé que aunque su cuerpo se resentía su cabeza estaba perfecta, me relajé y disfruté. Claro que su estilo está viejuno, pero es que el que gastan los políticos de ahora es insoportable. Sería por lo insólito del formato o por lo que ustedes quieran, pero Tamames me hizo pasar un buen rato. Desde luego mucho más entretenido que el habitual «…y tú más» de las sesiones de control al Gobierno.

Como ya sabía que el asunto no tenía ningún futuro pues no tuve ningún prejuicio y me dejé llevar por sus reflexiones. Y hubo momentos cumbre. Quizás el más de lo más fue cuando movió la mano en medio de la intervención del presidente provocando la interrupción y la pregunta de la 'seño' Batet pensando que Tamames le iba a pedir permiso para ir al baño y se encontró con el gran rapapolvo a la chapa que estaba colocando Sánchez. 

Pasará a los anales del Congreso junto con otra gran frase en la que reiteraba su queja de la extensión abusiva de las intervenciones del presidente en cuestiones sobre las que nadie que la había pedido información. Y sin embargo, ninguna explicación sobre, por ejemplo, las razones del histórico y radical cambio de postura de nuestro país sobre el Sáhara. Claro que no le van a hacer ningún caso, pero esas caras de perplejidad, incredulidad o de circunstancias que pude ver en casi todos los portavoces valen su peso en oro en unos tiempos en los que el debate no existe porque las réplicas y dúplicas están prefabricadas en los laboratorios mercadotécnicos de los partidos. 

Cuando un intelectual bien armado se emplea a fondo es muy difícil de contrarrestar. Alguno todavía está pensando si dijo Ucrania en lugar de 'ucronia'. Todo fue muy poco usual, pero Tamames no perdió el tiempo. Ni creo que tampoco lo perdiéramos los demás recibiendo un punto de vista distinto sobre las cuestiones candentes de nuestro país expuestas por alguien solvente aunque generacionalmente esté fuera de juego.

Si ustedes me lo permiten, incluso la guinda de poner a la venta online su discurso a los pocos minutos de acabar la sesión me pareció divertido. Al fin y al cabo, Tamames sí puede presumir de autoría de sus escritos y puede cobrar por ello sin ningún complejo.