Belén Delgado

Plaza Mayor

Belén Delgado


La realidad es una feria

26/02/2023

Arco, la feria de arte más importante de España y una de las mayores del mundo, acaba hoy. Se supone que el arte se inspira en la realidad. Aunque hace tiempo que da la sensación de que incluso es al revés. Y que vivimos en un Arco de realidad permanente. Tiempos en que el día a día parece querer instalarse en el stand de un marchante exhibicionista. Este año, la estrella en los salones del Ifema en Madrid ha sido un Picasso hiperrealista de tamaño real tumbado sobre un pedestal. Por supuesto, todo el mundo se hacía el correspondiente 'selfie' junto al pintor. Se repetía el comentario: «parece que está a punto de levantarse». Su autor, Eugenio Merino, ya sembró la polémica hace cuatro años con un ninot de Felipe VI que también parecía a punto de echar a andar. La pieza costaba 200.000 euros y su venta exigía que fuera cremada de verdad. La acabó quemando el propio Merino.

Por Arco han desfilado en los últimos años desde un Francisco Franco (también de Merino) embotellado en una nevera como un refresco efervescente, a una 'Porno Queen' Isabel II en una escena erótica, vídeos reales de vaginas suturadas en un quirófano, un vaso de agua medio lleno que valía un pastizal… Ahora que la gente va a estas convocatorias como quien va de paseo a la calle Preciados de Madrid, estas propuestas son para los visitantes como un bombilla en una noche cerrada en la selva. Para contento de los marchantes que tal vez venden poco, pero lucen mucho. 

No es el único templo artístico sometido a este bombardeo de provocaciones marcadas por una realidad cada vez más desquiciada. En la Bienal de Venecia han llenado algún año una sala entera de la nada, de absoluto vacío, quizá para llevar al paroxismo aquello de 'menos es más'; hasta un creador llevó un quintal de sus excrementos (el artista diría 'mi mierda'). Al igual que el ninot de Felipe VI, no los compró nadie.

Ya me estoy imaginando en ARCO 2024 alguna propuesta de ese maridaje entre el líder de Vox y un veteranísimo militante comunista para llevar también al Congreso de los Diputados una jornada de hiperrealismo político. Aunque creo que aquí tampoco habrá comprador. Ni gente de bien que la aprecie.