Juan Manuel Pérez

Plaza Mayor

Juan Manuel Pérez


Palabras que definen la maldad

20/01/2024

La Infamia. Ese fue el término elegido por Rodrigo Pérez Barredo para titular su reportaje sobre la inhóspita nave industrial de Mondragón en la que estuvo sepultado en vida durante 532 días José Antonio Ortega Lara (DB, domingo 14 de enero). El pasado miércoles se cumplían 28 años desde aquel 17 de enero de 1996 en el que un fax del Gobierno Civil alertaba de la desaparición de un funcionario de prisiones burgalés que trabajaba en la cárcel de Logroño. Días más tarde, el 24 de febrero, la banda terrorista ETA difundía una imagen del cautiverio en su boletín oficial, el diario Egin. Ese periódico que tan pronto servía de órgano de propaganda de los asesinos, como instrumento para señalar y marcar objetivos entre sus páginas y artículos de opinión. Les contaré, a modo de chascarrillo, que servidor llegó a tener un profesor de Teoría de la Información en la Universidad del País Vasco que defendía con vehemencia que el rotativo abertzale era el único que contaba verdades, que los demás manipulaban. Así estaban algunas cabezas... y así siguen, ocupadas por el odio. 

Luego llegaron las manifestaciones, las concentraciones semanales en la Plaza Mayor, las ingenuas apelaciones a la compasión de los secuestradores. Todo fue en vano. Tan solo una brillante operación de la Guardia Civil permitió poner fin al cautiverio la madrugada del 1 de julio de 1997. Fiestas de San Pedro y cumpleaños del abajo firmante. Doce años después, el 9 de marzo de 2009, comenzaban las emisiones de Castilla y León Televisión. Ortega Lara fue el primer entrevistado del informativo de la Medianoche. Recordando su testimonio vuelve a ser pertinente utilizar la palabra Infamia del principio. Esa a la que algunos pretenden cambiar el significado solo por cálculo político.