Isa Martín López

Plaza Mayor

Isa Martín López


¡Cómo no me voy a empachar!

01/12/2023

¿Saben ustedes esa sensación de estar delante de un plato con tu comida favorita y después de los primeros bocados no poder comer más? Vamos, que estás empachado y por mucho que esperases esa delicia no te entra nada más, hasta te provoca repelús seguir comiendo. Eso me está pasando a mí con la Navidad.  

¿Cuándo se supone que empiezan estas celebraciones? Porque yo, por más que miro el calendario, las veo ubicadas donde siempre: en las postrimerías de diciembre. Diciembre, no en octubre. Un año de estos vamos a empezar a comprar los turrones antes que los buñuelos. Yo entiendo que al comercio le venga bien que la gente adelante las compras, para que se repartan en el tiempo y no acabemos todos agolpados en la caja dos días antes de cantar Noche de Paz, pero que las ofertas y las decoraciones navideñas colonicen los escaparates dos meses antes me está resultando empachante.

A estas alturas, no sé si sacar las calabazas para colgarlas del abeto o disfrazarme mitad de mamá Noel y mitad de bruja. A ello sumo la avalancha de porcentajes de rebajas del Viernes Negro, las pantallas y megabites del Lunes Cibernético, que añade las ofertas más tecnológicas, y tengo un cacao en la lista de la compra que no sé si congelar las gambas compradas en previsión del aumento de precios o renovar la guirnalda de luces para que tenga murciélagos.

Vale que la iluminación navideña anima las calles en las tardes otoñales, ¿pero tiene que verse la ciudad desde la estación espacial desde el 24 de noviembre, en esta carrera de a ver quién la tiene más rutilante?

No soy un Grinch, de momento, pero voy camino de esa mutación porque se nos está yendo de las manos esto de empezar la Navidad un mes o más antes.