Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


A votar en chanclas

05/06/2023

Todos con nuestro veranito la mar de organizado, y de repente, ¡elecciones… el 23 de julio! Y ahí andamos, recalculando ruta, que diría Google Maps, tirando de calendario para ver dónde nos pillan las urnas, si pedimos o no el voto por correo, si estaremos en casa cuando nos lo manden, si somos de los 20 millones de españoles que a esas alturas: veranito, calor, puente de Santiago… estamos de vacaciones. Y no les cuento la que hay liada en las redacciones. Los croquis vacacionales han saltado por los aires. Todos somos un poco Àngels Barceló. Y eso que aún no he tocado el asunto más delicado, si nos tocará mesa electoral y entonces sí se nos j…orobarán las vacaciones. Porque, de momento, irse de vacaciones no vale como excusa para faltar a nuestro democrático deber. Hasta el 2 de julio estaremos presos de esta incertidumbre. ¿Nos tocará? ¿Posibilidades? 1 de 59. Siempre nos quedará el consuelo de los 70 eurillos por más de 12 horas, y escribiendo los nombres de los votantes… ¡a boli!

Una de las grandes preocupaciones, lo del calor. Será extraño eso de ir a votar en chanclas, pero también se nos hacía raro ver el Mundial con el abrigo, y aquí estamos. Y además, en Burgos, ya saben, no sin mi chaquetilla, que nunca se sabe y el viento fresco es traicionero por aquí hasta en plena canícula.

Ya imagino que el objetivo de Sánchez con este inesperado anuncio no es el de sabotearnos las vacaciones. Es algo así como una recuperación, una segunda oportunidad para, esta vez sí, votar bien.
Y todo en medio del lío de las formaciones de gobiernos locales y autonómicos, la presidencia europea... vamos a estar entretenidos. Ustedes estos días, pidan por esa boquita. En campaña los políticos abren la tómbola y ríanse de aquello tan ochentero de perritos piloto y chochonas. Aquí llueven millones, plazas de funcionario por aquí, ayudas y becas por allá, días libres por acullá. Una fiesta. Eso sí, pálpense bien el bolsillo, porque de ahí sale el patrocinio.

Quizás lo peor, la polarización insoportable de nuestra clase política. Trumpismo es la primera gran palabra de esta precampaña. ¡Qué hartazgo! De verdad.
Así que toca rediseñar el verano. Y ya que estamos, justo un mes antes de las urnas, por primera vez en Burgos una mujer va a lanzar la bota de las peñas y le va a poner el pañuelo de las fiestas al Cid. Esa mujer soy yo. Agradecida y emocionada me hallo. Ya me veo a lo Raúl en la Cibeles. Si gustan, me encantará tenerles a mi lado.