Fernando Aller

DESDE EL ALA OESTE

Fernando Aller

Periodista


Ensayo general

26/05/2023

La segunda y ultima semana de campaña electoral concluye hoy con mayor ruido que en sus comienzos y con los líderes nacionales más protagonistas. Sánchez y Feijóo han redoblado sus apuestas personales. Han terminado instalados en la campaña de finales de año, cuando se prevé la celebración de los comicios para elegir al presidente del Gobierno. Al escucharles uno se pregunta si viven en una realidad paralela, en una especie de bucle que les aísla del objetivo que se dirime. La ausencia de referencias a los verdaderos candidatos, los nombres que figuran en las papeletas, provoca también la falsa sensación de que el proceso electoral se juega únicamente a dos bandas, en un bipartidismo imperfecto que no existe en la realidad. Han querido situarnos ante un ensayo general, la simulación adelantada de la trama que escenificarán en diciembre.
A esta campaña de cresta de ola, con el reflejo arrollador de la espuma, han colaborado también viejas o anteriores figuras de la política. La contraposición de Aznar-Zapatero a cuento de la extinta ETA resume aún mejor el pretendido juego de la confusión, un intento por suplantar el conveniente análisis racional de los programas electorales por las emociones de las vísceras. Aznar irrumpió para provocar. Aseguró que Sánchez prepara una «suelta de presos de ETA», una salida de las cárceles en tropel. Zapatero, artífice fundamental del final de la banda armada, afeó la «desfachatez» de Aznar. El expresidente leonés también se refirió al último de los escándalos de esta campaña: el intento de compra de votos por parte de candidatos en Melilla, Mojacar y Astorga. En la capital maragata ha circulado una grabación de voz con una propuesta de compra de votos. Los protagonistas aseguran que son falsificaciones y presentaron la correspondiente denuncia el pasado miércoles ante la Policía. Zapatero desdeña estas «anécdotas» y asegura que «el sistema electoral funciona como un reloj, es lo mejor que tenemos». El procedimiento no está en cuestión, evidentemente, pero solo el antídoto de la respuesta contundente de los partidos y de la justicia puede impedir la futura gangrena del cuerpo.