Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Fiesta y cine

11/10/2023

Hace algún tiempo les comenté que, aparte de pasear por la ciudad, oír música y comer jamón del bueno (esto se lo digo por si alguien se anima y me cae alguno), una de mis maneras favoritas de pasar el tiempo es ver películas en general, e ir a verlas al cine en particular. Ir al cine es algo parecido a una liturgia, a una ceremonia, un rito solemne y pomposo al que me entrego con ilusión y del que, en más ocasiones que en menos, suelo salir cabreado. Y no tanto por lo que veo, que al fin y al cabo es una lotería, sino por la fauna que suele rodearme allí, que como lotería ya es otra cosa, porque nunca te gusta cuando te toca.

En los últimos tiempos he visto gente comiendo bocatas envueltos con papel albal y bebiendo a morro de botellas de refresco de dos litros, gente que se descalza, ofreciéndonos a los demás una generosa muestra del aroma que sus pies atesoran, personajes que hablan en alto, o responden a los protas, o describen a viva voz lo que sucede en la pantalla como si todos los demás de la sala fuéramos ciegos y, además, sordos. Por no hablar de los móviles, sus pantallas, sus sonidos y el hacer uso de ellos como si se estuviera en el salón de casa. En fin, un horror.

La semana pasada fue la 'Fiesta del Cine', cuatro días en los que las entradas a todas las películas son a precio reducido. Es una de las mejores y las peores ocurrencias. Por un lado, gente que quiere ir a ver una peli al cine lo puede hacer sin que le duela mucho el bolsillo. Por otro lado, a los que quieren ir al cine a tocar las narices también les sale barato. Yo este año no iba a ir, pero al final caí el jueves, el último día. Y tuve suerte, porque todos los que estábamos allí queríamos disfrutar de lo que nos proyectaban en la pantalla. Y eso te reconcilia un poco con el mundo y quienes te rodean.

Anteayer, lunes, fui al cine nuevamente a precio normal. Fui a ver una castañufla de peli de acción de esas que hacen que a veces haya quien me pregunte por qué voy a ver 'eso al cine. Pues voy porque me gusta el cine bueno, malo y regular. Pues estaba yo solo en la sala. Una sala de cine para mí solo por el precio de una entrada normal de diario. Un regalo, sí. Pero también una pena, ¿no?

@VladimirConV

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