Miguel Calvo

El retrovisor

Miguel Calvo


Vecinos y alcaldes

21/04/2023

Tras los primeros comicios locales de 1979, el próximo 28 de mayo, sin convocatoria autonómica en Castilla y León, será la segunda ocasión en la que dispondremos de papeletas para votar exclusivamente a nuestros representantes municipales. Cuanto más nos acercamos al 28M se palpa que en la elección del próximo alcalde o alcaldesa de Burgos serán determinantes las formaciones de los entornos del PSOE y PP. 

Aunque entre otras cosas Rajoy dijo lo de: «es el vecino el que elige al alcalde…» lo cierto es que al alcalde lo eligen los concejales elegidos por los vecinos. Y cuando no hay mayorías absolutas, la clave está en otros partidos.

Solo hay que recordar que en Burgos hace cuatro años, gracias a los votos de los ediles del PP (el segundo partido con más concejales), estuvo a punto de ser elegido alcalde el candidato de Ciudadanos, el partido que terminó en tercer lugar. En 2015, el popular Lacalle pudo repetir en la alcaldía tras fracasar un gobierno tripartito que negociaron, incluida la alcaldía, PSOE, Imagina y Ciudadanos. En 1999, el PP, con 10 concejales, llegó a ofrecer la alcaldía a Tierra Comunera, que solo obtuvo 3. Al final los comuneros optaron por apoyar al socialista Olivares aunque solo durante unos meses.

Ahora, con instrucciones de sonreír solo para adentro, los socialistas ven con optimismo la posible reelección de su candidato De la Rosa con la confianza en un buen resultado de las formaciones a su izquierda, que ocho años después vuelven juntas con Podemos, Izquierda Unida, y Alianza Verde. Con Cristina Ayala, el PP trabaja para reconquistar el sillón de la alcaldía con la esperanza de que, ahora sí, cuenten con el apoyo de Vox. Queda la incógnita del nuevo partido de la exportavoz popular Carolina Blasco, convertida en la mosca cojonera para las expectativas del equipo A de Ayala. Habrá que ver si Blasco es determinante, una vez que ha decidido lanzarse al ruedo con el objetivo de influir en el próximo gobierno municipal, y qué precio tendría que pagar el PP que, sin cuestionar la designación de su candidata, ha demostrado lo mal que ha gestionado un asunto interno para el que solo hace unos meses tenía otras soluciones menos traumáticas. Sin descartar posibles sorpresas de otras candidaturas, el 29 de mayo podrían plantearse muchas incógnitas. Como vecino, reivindico mi derecho a conocer a priori el posible destino de mi papeleta.