José Juan Ruiz es un economista profesional que ahora funge como presidente del Real Instituto Elcano, una de las instituciones donde se piensa con fundamento. Sigo con atención sus artículos y conferencias porque a una formación económica sólida une sentido común y la experiencia acumulada en trabajos para gobiernos y compañías privadas. El domingo, en El País proponía Cambiar la conversación razonando sobre lo urgente y no elegible que es el cambio climático y el proceso de transición para lo que hemos llamado 'descarbonización' que quiere decir reducir emisiones de efecto invernadero. Cambiar la conversación significa no perder el tiempo en debates que ya están superados. Concluía nuestro economista de referencia con una sentencia contundente: Datos matan relatos. Me recordó otra de un veterano financiero experto en contabilidad que advertía donde no hay cuentas aparecen los cuentos.
Las dos sentencias me sirven para aplicarlas a algunas de las propuestas electorales del momento donde brillan los cuentos y los relatos que opacan los datos y las cuentas. El descubrimiento reciente de que la vivienda es un problema para los españoles (lo ha sido desde hace décadas), especialmente para los jóvenes, los que quieren emanciparse e iniciar su aventura profesional y vital.
La respuesta automática de dirigentes políticos poco estudiosos se ha centrado en cuentos y relatos, sin reparar e los datos y las cuentas. Los 50.000 pisos de la Sareb y otros 40.000 financiados por el ICO componen el cuento/relato de Pedro Sánchez; al tiempo Feijóo ofrece un plan indeterminado de incentivos y subsidios estímulos; es decir más cuentos/relatos.
Sánchez dice que la vivienda social será otra pata del estado del bienestar, además de sanidad, educación, pensiones, seguro de paro y dependencia, llega la vivienda. Eso sí, sin datos ni cuentas, porque lo de los 50.000 pisos de Sareb no pasa de cuento y las otras 40.000 por construir de hipótesis.
Superar cuentos y relatos para abrazar los datos y las cuentas es lo que podemos exigir a estas gentes que nos quieren gobernar.