Esther Alonso

Ser o Tener

Esther Alonso


Tecnología: ¿futuro o pasado?

05/04/2023

Una persona muy querida, cuyo nombre no quiero citar en esta columna, me dijo en cierta ocasión que una de las peores situaciones en las que un ser humano puede encontrase en la vida es tener un enfrentamiento con alguien que no tiene límites. Llámense ética o principios, frente a quienes carecen de ellos, estás perdido. 

Los avances en Inteligencia Artificial Generativa aplicados a la creación de imágenes, textos, música, voz y datos, han despertado la preocupación de gran parte de los líderes intelectuales y empresariales de dicha tecnología, quienes, a través de un manifiesto público, han solicitado una demora de, al menos, seis meses, en los grandes proyectos en marcha para su desarrollo, al considerar que estos pueden suponer una grave amenaza para la humanidad, precisamente por eso, porque en la imitación de la realidad, esta tecnología carece de límites y su uso podría afectar a los pilares de cualquier democracia, cuyos principios , cuya ética, además de constituir su fortaleza, constituye, también, su propio tendón de Aquiles.

Figuras de la talla de Elon Musk y Steve Wozniak, entre los más de un millar de científicos y empresarios que suscriben el documento, piden una pausa para reflexionar sobre la siguiente pregunta: ¿Deberíamos desarrollar mentes no humanas que eventualmente podrían superarnos en número, ser más inteligentes, dejarnos obsoletos y reemplazarnos? Se trataría de establecer un paro técnico para dar la oportunidad a los estados de establecer límites mediante la regulación adecuada. De hecho, Italia ha sido hace unos días la primera democracia del planeta en prohibir e investigar el chatbot de inteligencia artificial ChatGPT, creado por la empresa estadounidense Open AI, aludiendo vulneración de la privacidad, ya que recopila datos de los usuarios sin su consentimiento, con el fin de utilizarlos precisamente para entrenar al propio algoritmo que genera las respuestas del chat inteligente.

Sin duda la transformación digital de la sociedad nos enfrenta a desafíos que avanzan hacia el futuro más rápido que las leyes democráticas, pero que, de no estar adecuadamente regulados, podrían terminar llevándonos hacia el pasado antidemocrático que la propia tecnología tanto ayudó a la humanidad a dejar atrás.