Blanca García Álvarez

De aquí y de allí

Blanca García Álvarez


Cohabitar sin fin

18/01/2024

Espero con impaciencia la semana en la que pueda sentarme delante del ordenador a escribir estas líneas con buenos datos para la juventud. Cada quince días abro un documento nuevo, con título cambiante pero del que sé que no van a salir cifras que nos dejen bien parados.

Me encantaría hablar de que llevamos 32 años siendo los líderes mundiales de trasplantes, de que cada año hacemos más y de que alargamos la vida de nuestros compatriotas a pálpitos de solidaridad. Comentar, quizás, la ilusión que me hace que nuestra selección masculina de waterpolo -que ya lo había ganado todo- se quitase la espinita del europeo. Escribir historias que nos hagan seguir luchando, pero siento que la actualidad no me deja. 

El Consejo de la Juventud de España publica cada trimestre su Observatorio de Emancipación, que estudia las variaciones de factores como el alquiler, los salarios o la empleabilidad de los españoles entre 16 y 29 años. Unos datos que siento especialmente cercanos teniendo en cuenta que estoy justo en medio de esa franja.

Los datos, como adelantaba, son terribles: la edad media de emancipación en España es de 30,3 años, una de las más altas de Europa; en seis comunidades autónomas ni siquiera dedicando el 100% del sueldo joven se podía alquilar una vivienda en solitario; y a nivel nacional, el alquiler es de 944 euros al mes, cerca del 94% de su sueldo.

Han pasado quince años desde el 2008 y la 'Gran Recesión', pero los datos siguen sin recuperarse. Entonces, el porcentaje de emancipación era diez puntos superior a la de 2024 (16%), el alquiler mediano suponía 688 euros (un tercio menos del de hoy) y el perfil típico de alquiler joven eran aquellos que salían de su ciudad para estudiar fuera y compartían piso durante su época universitaria. Ahora siguen viviendo con desconocidos teniendo un puesto estable de trabajo, haciendo que ni el empleo sea una garantía de estabilidad económica y social.

Un último dato, quizás el peor: para pagar la entrada de una vivienda un joven tendría que ahorrar 53.796 euros, el equivalente a cuatro años y medio de sueldo. Si ya dejan el 30% de su sueldo, como mínimo, en alquiler mensual y sin contar los gastos… ¿Cohabitaremos hasta el infinito?