Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


23-J

08/06/2023

Ni un error reconocido, ni el más mínimo tropiezo en su negligente gestión. Encaramado a su indestructible soberbia, embarrada en gestos patéticos de dar pena, Pedro Sánchez termina su historia este 23 de julio. Se ha cebado estos años con esta España sin una pequeña frase de perdón. Ha legislado por decreto, sin informes, sin debate, pero atendiendo y exigiendo a sus socios separatistas y podemitas el voto del poder, el voto de la continuidad. Este telepredicador nos ha llenado días y días de interminables homilías, copando horas de televisión sin más intención que aparentar presencia e inacción donde no hay más que ausencia e ineptitud manifiesta. Su único propósito era justificar mediante sus mentiras nuestro derecho a la verdad, siendo consciente de que la palabra no es para encubrir la evidencia, sino para decirla.

Este conseguidor ha logrado durante estos cuatro años de gobierno cabrear a los veraneantes, a la patronal con los sindicatos, al poder legislativo con el judicial, a jueces con fiscales, a letrados de justicia y funcionarios con su Ministerio, a abogados y procuradores con funcionarios de justicia, a la enseñanza pública con la privada, a Argelia con Marruecos, al Sahara con España, a propietarios de viviendas con los inquilinos, a nacionalistas e independentistas con los constitucionalistas, a republicanos con los monárquicos, a los empresarios con el gobierno, a la sanidad pública con la privada, a feministas con el gobierno, a Sumar con Podemos y a socialistas con socialistas. Y han mareado a los muertos con viaje en helicóptero. 

Estamos al final de este gobierno, que no es ni más ni menos que una fuente inagotable de confusión, donde la propaganda ha primado sobre la gestión. Pero ha llegado el momento del cambio. Busquemos un nuevo gobierno clarividente, audaz, combativo y para ello es necesario una sociedad civil no silenciosa y un pueblo que use la cabeza en las votaciones.

No son tiempos de quedarse en casa, vayan y voten, no por sus intereses, voten por su identidad, voten por sus valores, voten por aquellos con quienes identifican su futuro. No sabemos lo que nos traerá el futuro; en cambio, sí sabemos lo que nos ha traído el pasado. Primero hay que ser libres y luego pediremos la libertad.