Gadea G. Ubierna

Plaza Mayor

Gadea G. Ubierna


Las candidaturas

16/12/2022

La primera condición para ser buen gobernante es querer; y en el caso de una Alcaldía, todavía más. Es imprescindible que se tenga el deseo de asumir una tarea con una exigencia y un desgaste que no se experimentan en otros ámbitos de la política. Esto es algo imprescindible, pero no suficiente, claro. Tan importante o más que esta premisa es que quien desee ostentar esa responsabilidad tenga una ocupación profesional a la que regresar. Solo así tendrá libertad para actuar como cree que debe hacerlo. Y cuando le parezca, irse.

Ahora estamos en ese momento, a medio año de las próximas municipales, en el que los partidos tienen la opción de prestigiar por fin la política con candidaturas que cumplan estos requisitos o mantener la insana costumbre de plegarse a servidumbres y acatar decisiones que, a veces, se toman a cientos de kilómetros y en las que no prima la calidad ni el potencial de la candidatura, sino lo que reporta al partido o a equis intereses.

Hace tiempo que, en general, todos parecen abonados a esta segunda alternativa, a pesar de lo dañina que está siendo para la reputación y credibilidad de la política. Se cuentan por decenas quienes han hecho de la rotación de un cargo a otro una forma de vida, asumen responsabilidades que a veces no desean porque tampoco tienen otra cosa a la que agarrarse. No les interesa mucho, pero es que no tienen la libertad de poder decidir. Mala práctica para devolver la calidad perdida al gobierno de lo que es de todos. Y si tanto cuesta entender que una sociedad tan polarizada exige candidaturas impecables, como para ahondar en la necesidad, ya imperiosa, de que los ciudadanos elijan a sus gobernantes en listas abiertas; que configuren ellos la candidatura, sin tener que tragarse el paquete completo.

ARCHIVADO EN: Plaza Mayor