Jorge Bermejo

Aguas Abajo

Jorge Bermejo


Delincuentes

22/05/2023

Es ponerse de autónomo y en la siguiente declaración de la renta, si Hacienda te tiene que devolver algo más que 'calderilla' te va a mirar hasta el color de la ropa interior. Partiendo de la base de que nos tratan como delincuentes y que después hay que defenderse a base de presentar escritos y documentación a punta pala, que ni siquiera se miran y no atienden a argumentos de ningún tipo, porque juegan al desgaste de los que se dedican a trabajar y no a liarse con la burocracia, como el podrido sistema público al que pertenecen. A un delincuente común le ponen siempre el 'presunto' por delante mientras no se demuestre su culpabilidad, pero Hacienda con los autónomos no respeta ni eso. Arrogancia total de nuestra administración ante los que pagan impuestos hasta la saciedad y, lo que es más importante, los que crean la mayor parte del empleo, aunque eso parezca patrimonio de las grandes empresas.

Si el negocio que se desarrolla ya es un tanto peculiar la cosa se complica sobremanera, aunque los políticos dicen que hay que innovar, digitalizarse, atender el medio rural, etc. La realidad es que en Hacienda son muy clasistas, les sacas de la tipología clásica de cierto negocio y tiran todo para atrás. Por ejemplo, en un servicio de bienestar itinerante por los pueblos, Hacienda no entiende que el combustible, los neumáticos, las cajas de transporte o leasing del vehículo sean necesarios para desarrollar la actividad. ¿Entonces en qué se desplaza a los pueblos quien tiene que dar el servicio? ¿En triciclo? Empiezan a descartar facturas de múltiples gastos que son imprescindibles, pero el funcionario de turno como tiene que recortar, va desechando y les importa un pepino que se justifique, porque no atienden ni a argumentos, ni a razones. Van a lo suyo. Esto es poner zancadillas al emprendimiento y palos en las ruedas a quienes generan empleo y riqueza. Sinceramente, los autónomos no se merecen este maltrato.