Una EBAU inédita triplica el personal presente en la prueba

B.G.R
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De 100 se ha pasado a 300 entre docentes de la UBU e institutos y plantilla de servicios

Las condiciones excepcionales en las que este año se celebrará la Evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad (EBAU), como consecuencia de la pandemia, han supuesto una serie de cambios que afectan no solo al ámbito académico, con mayor optatividad para los alumnos, sino también al organizativo. Cumplir con las medidas de seguridad, incluyendo esa distancia social de al menos 1,5 metros, llevó a la UBU a ampliar el número de sedes (de cuatro a ocho) en las que se harán los exámenes del 1 al 3 de julio y, por tanto, a incrementar el personal implicado en la prueba tanto propio como externo, teniendo en cuenta que en esta ocasión el número de matriculados se ha incrementado notablemente hasta superar los 1.800.

En la convocatoria ordinaria del año pasado, que se celebró a principios de junio, participaron un centenar de personas, entre profesores de la Universidad y de institutos (80), además de otros 20 de administración y servicios. Sin embargo, en esta ocasión la cifra llega a las 302 personas, sin contar con el dispositivo especial que prepara  la Policía Local en el exterior del campus para controlar los accesos a las distintas instalaciones y evitar que se produzcan aglomeraciones.
Del total de trabajadores implicados, el 80% o 242 son docentes con distintas funciones. El número de correctores de exámenes asciende a 107, a los que se suman 40 vigilantes en las aulas y 23 presidentes y secretarios de sedes. Otro volumen importante de personal implicado es el de representantes de centro, aquellos que acompañan a los estudiantes, resuelven dudas o posibles contratiempos.

Lo habitual en anteriores ejercicios es que fuera un profesor por centro, con independencia del número de alumnos, si bien la comisión organizadora de la EBAU ha recomendado que este año acudan uno por cada 25 o 30 alumnos. Deberán revisar en la entrada de la sede si los listados de matriculados son los correctos; comprobar que llevan la mascarilla correctamente colocada; que introduzcan todos sus objetos personales en una bolsa de plástico transparente, e indicarles que deben formar una fila en orden alfabético guardando la distancia y estando atentos a la llamada para entrar la clase, además de vigilar los tiempos de descanso. La institución académica habilitará también espacios para que los estudiantes puedan comer.

Los alumnos tendrán que esperar en fila guardando las distancias hasta que sean llamados al aula. Los alumnos tendrán que esperar en fila guardando las distancias hasta que sean llamados al aula. - Foto: Alberto Rodrigo

En cuanto al resto de personal, habrá 23 auxiliares de servicios y 7 colaboradores administrativos en la capital, a los que se añadirán los trabajadores propios de las sedes externas al campus, como la Escuela de Artes, los institutos Cardenal Sandoval y Rojas (Aranda), Fray Pedro de Urbina (Miranda) y Castella Vetula (Medina de Pomar). También se refuerza la plantilla de limpieza que desinfectará las clases tras cada prueba y que en la capital llega a una veintena de efectivos.
medias más elevadas. A las citadas instalaciones, se sumarán en la ciudad las de la Politécnica de la Milanera y las facultades de Económicas, Derecho y Educación. Con todo ello, la UBU habilitará 67 aulas, frente a las 25 del curso pasado.

Y es que, además de las medidas sanitarias y seguridad, que requieren más espacios, la cifra de matriculados se ha incrementado este curso un 26% en el caso de los de segundo de Bachillerato al pasar de 1.400 a 1.763, lo que supone el 88% de los que realizan estos estudios frente al 60% del curso pasado. Este aumente obedece, según distintas fuentes consultadas, a una subida en el porcentaje de titulados debido a las circunstancias vividas y a los criterios de flexibilidad recomendados por la Consejería de Educación. «Prácticamente no hay suspensos», aseguran desde varios institutos de la capital, que también comparten la opinión de que, en líneas generales, han subido las notas medias finales.

Respecto a si ese alza puede perjudicar o no a aquellos que quieren acceder a carreras con notas altas de corte, en algún caso señalan que no tiene por qué darse debido a que esa subida se ha dado entre los «expedientes menos competitivos, mientras en otros muestran sus dudas al considerar que los «criterios de referencia de otros años están desvirtuados» al examinarse más alumnos y cambiar las características de la evaluación.