El derecho a la intimidad de las personas está por encima de la utilidad que pueden aportar las cámaras de videovigilancia de las zonas de ocio si se produce un delito fuera del horario de grabación. Así lo ha considerado, una vez más, la Comisión de Vigilancia dependiente de la Subdelegación del Gobierno de Burgos, la cual ha rechazado la solicitud del Ayuntamiento de Burgos para ampliar el tiempo de actividad de los dispositivos. La administración municipal lo reclamó hace unas semanas tras detectar que muchas infracciones se producen cuando no se registran imágenes. 

Esta fue, precisamente, la razón sobre la que sustentó su solicitud el Consistorio. Un documento elaborado por el intendente jefe de la Policía Local, Félix Ángel García Llorente, que reflejaba el hecho de que muchos altercados se producen fuera del horario establecido actualmente (de 22 a 10 horas, de jueves a domingo) y, por tanto, muchos ilícitos penales quedan sin esclarecer. Es más, advertían de que muchos de estos casos han sido solicitados por los propios jueces. 

Los datos aportados para justificar la petición eran, a juicio del Ayuntamiento de Burgos, rotundos. Durante los últimos años los agentes del cuerpo municipal han tenido que intervenir más de un millar de veces en Las Llanas, Bernardas y Bernardillas en horas en las que los dispositivos no están grabando.

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