Un 25% de los burgaleses no utiliza el bus por el mal servicio

J.M.
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Los usuarios valoran positivamente la limpieza de los vehículos, la puntualidad y los tiempos de acceso, y dan la peor nota a las tarifas, horarios y frecuencias

Los ciudadanos han mejorado su valoración sobre la flota de los autobuses. - Foto: Luis López Araico

Una encuesta encargada por el Servicio de Movilidad y Transportes (Smyt) del Ayuntamiento de Burgos para valorar el funcionamiento de los autobuses urbanos asegura que «tan solo el 7% de los viajes» que se realizan a diario en la ciudad son mediante el uso del transporte público. ¿Cómo se explica ese porcentaje tan bajo? Si bien una mayoría de los burgaleses que no utilizan el servicio aseguran que lo ven «innecesario» ya que realizan desplazamientos a destinos próximos, más de un 25% defiende que si no se sube a los buses es porque el servicio que se presta no es adecuado, porque tarda mucho, porque las frecuencias de paso son muy largas, por falta de información o porque las paradas están muy alejadas. 

Junto a estos ciudadanos insatisfechos con el servicio se encuentra otro 11% de personas que no utilizan el autobús urbano porque aseguran que es «incómodo». Parece difícil discernir aquí si esta respuesta es achacable a una mala gestión  o si se debe a que los burgaleses aprecian más el vehículo privado que el compartido.

Quizá el dato más satisfactorio para el equipo de Gobierno es el hecho de que, tras la puesta en marcha del nuevo mapa de líneas, los ciudadanos otorgan una mejor puntuación al servicio que la que le dieron en 2019. Para ser exactos, en 14 de los 16 indicadores en los que se les ha consultados.

Los burgaleses conceden casi un 8 sobre 10 tanto en la limpieza de los vehículos (aunque desciende ligeramente la nota) como en la puntualidad, en el tiempo de acceso a los autocares y en la localización de las paradas.

Mejora la percepción sobre los tiempos de los viajes, sobre la información del servicio, el estado de la flota de autobuses, la amabilidad de los conductores...

Eso sí, las notas más bajas (aunque cercanas al 7) se encuentran precisamente en tres aspectos capitales como son las tarifas, los horarios de los autobuses y las frecuencias. En este último caso, además, la puntuación disminuye en comparación con la pregunta que se hizo en 2019.

La media de esos 18 indicadores arroja una nota global de casi un 7,4, lo que mejora en casi dos décimas la que los ciudadanos dieron al servicio hace algo más de dos años.

Por barrios. La encuesta ofrece también algunas curiosidades en el análisis de los diferentes distritos de la ciudad al destacar que los vecinos del centro histórico son, en términos porcentuales, los que realizan un mayor uso de la bicicleta y del transporte público. Entra dentro de la lógica dadas las dificultades por aparcar.

Los residentes del entorno de la plaza España, de lo que se conoce como el ensanche, destacan porque utilizan fundamentalmente el transporte privado pero también porque son el lugar en el que más se mueven sus vecinos en patinete.

No es de extrañar, por razones orográficas, que los burgaleses que viven en el casco histórico alto no utilicen apenas la bicicleta o los patinetes para desplazarse.

En el entorno del barrio del Crucero destaca un uso de la moto por encima de la media de la ciudad, mientras que en los entornos de la avenida de Cantabria, Reyes Católicos o Gamonal el rey sigue siendo el coche. En este último caso, también es cierto, con un gran número de usuarios de autobuses en términos absolutos.

Según la encuesta, en Burgos ya hay más personas que se mueven en patinete eléctrico que en bici.