Ayer se cumplió un año de uno de los momentos más trágicos vividos en la comarca de Pinares, el accidente en la construcción de la presa de Castrovido que costó la vida a cuatro trabajadores y en el que resultaron heridos otros dos.
365 días después del fatal suceso, la terraza dónde se estaban realizando las labores de hormigonado cuando la tolva con más de 20 toneladas cayó sobre los operarios, sigue igual, ya que la juez aún no ha levantado la suspensión de trabajo en esta zona concreta de la presa, algo que podría suceder en las próximas semanas, según señala Pedro Matía, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Aunque las obras quedaron paralizadas en la cabeza de la presa, la actividad laboral volvió a Terrazas hace unos meses. El primer paso fue la reparación del blondín, el sistema de elevación mediante cables por el que se desplaza el carro que transportaba la tolva con el hormigón y que con su rotura provocó el fatal incidente. Según Matía, las labores de reparación en el blondín ya han concluido y ahora los trabajos se centran en garantizar la seguridad de esos sistemas. «Estamos haciendo pruebas de seguridad y recabando certificados elaborados por diferentes casas. Estos se presentarán al juzgado de Salas de los Infantes, para que tras su análisis, se dé el visto bueno, se levante la suspensión y podamos comenzar a trabajar en la zona donde ocurrió el accidente», señala el director técnico de la CHD, que recuerda que las labores de mantenimiento también se han estado llevando a cabo durante este tiempo.
Según Pedro Matía, una vez recibida la autorización por parte de la juez se podrán realizar también las pruebas de carga. «Para ello tiene que levantar la suspensión de trabajo. En próximos días está previsto que FCC, la empresa adjudicataria de la obra, presente esos certificados y después habrá que esperar a la decisión del juzgado», afirma el director técnico, que añade que en la actualidad trabajan en la presa entre 40 y 60 personas, «en labores de mantenimiento y poco más».
Dado a la altura del año en la que nos encontramos, en la que las temperaturas ya bajan notablemente por la noche lo que impide que se realicen labores de hormigonado, tanto la CHD como FCC ya empiezan a trabajar en la planificación del trabajo de cara a la primavera del 2013. «Cuando nos den el permiso ya no habrá forma de hormigonar, así que damos por bueno el que nos levanten esa suspensión y poder comenzar a trabajar durante los primeros meses del 2013, es lo que estamos planificando», afirma Pedro Matía, que asegura que este año perdido en la construcción se podría recuperar para llegar a tiempo a esa fecha prevista para la finalización de la obra civil que comenzó hace ocho años.
¿CÓMO sE TRABAJARÁ? La duda no sólo sobrevuela la fecha de reinicio, sino también sobre la forma de trabajo. «Tampoco sabemos cómo vamos a tener que trabajar a partir de ahora. Quizá nos prohíban trabajar de la forma en la que lo estábamos haciendo hasta ahora y tengamos que hacerlo de otra, quizá más lenta y que ralentice el trabajo», añade Matía, a la espera de la decisión de la juez.
Donde si se ha trabajado durante estos últimos meses ha sido en la presa de cola, ya que en esta zona no existía suspensión. «Las labores en este lugar ya han concluido. No se podía avanzar más hasta que no continúen los trabajos en la cabeza de la presa», asegura Pedro Matía, que recuerda que existía un presupuesto de 9 millones de euros para proseguir con la construcción de esta obra durante el 2012 y que sólo se gastarán finalmente entre 2 millones y dos y medio.