Está haciendo ya las maletas pues en unos días parte rumbo a Roma. El hasta ahora delegado diocesano de Cáritas, Óscar Moriana, cambia durante un tiempo indefinido el trabajo a pie de obra con los más empobrecidos por los libros y una actividad teórica. Según confirmó ayer él mismo a este periódico el arzobispo, Francisco Gil Hellín, le propuso ampliar sus estudios con unos cursos de doctorado y quizás una tesis sobre Teología de Caridad, él lo aceptó «de buen grado, pues no era la primera vez que yo mismo me lo planteaba» y la próxima semana se marcha a la capital italiana «pues allí están los máximos expertos en esta materia», según sus palabras.
Aunque afirma que no hay ningún cese en sus funciones, por lo menos hasta el mes de junio cuando se cumplen tres años desde que fuera nombrado por Gil Hellín, la imposibilidad de compaginar ambas labores en dos puntos geográficos tan distantes ha hecho que se piense en Andrés Picón, en tanto que vicario del Área Sociocaritativa de la diócesis, para que se ocupe de sus funciones de una forma más directa. De hecho, Picón, que fue el antecesor de Moriana al frente de Cáritas, ya ha estado en la sede de la calle San Francisco para ir poniéndose al día de los temas pendientes.
Moriana niega que su marcha esté impulsada cualquier tipo de discrepancia interna tanto en Cáritas como en el resto de la organización de la Iglesia Católica en Burgos pero lo cierto es que ha sorprendido por lo intempestiva, dado que apenas quedan unos meses para que se cerrara su ciclo de una manera más institucional. No obstante hay quien no descarta que se ha producido dentro de la institución algún quebranto por cuestiones organizativas.
Fuentes de la diócesis afirmaron que se trata de una decisión que se ha tomado «por el bien del propio Moriana y de todos, pues es muy exigente con su trabajo y quizás eso le haya ido desgastando y es bueno que se tome un respiro por su bien y el de los que tiene a su alrededor» y destacaron su extremada profesionalidad y su compromiso durante el tiempo que ha estado en primera línea.
Óscar Moriana ha vivido al frente de Cáritas los peores años de la crisis económica y lo ha hecho siempre dando un impulso a todas las decisiones y gestiones que tuvieran como objetivo la mejora de la calidad de vida de las personas y creando nuevos servicios como el centro de día para personas sin techo. También ha sido un digno representante de la institución durante su 50 aniversario, cuya celebración tuvo lugar el año pasado.