La diócesis crea una fundación que coordinará sus colegios

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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Incluye a los 5 centros de su propiedad y al del Círculo con un acuerdo especial. En total tienen cerca de 4.000 alumnos y más de 400 trabajadores entre profesores y otro personal

Imagen de archivo del colegio San Pablo Apóstol, que lleva a cabo un interesante proyecto educativo intercultural. - Foto: Valdivielso

El curso 2023/24, que comienza el próximo mes de septiembre, lo hará con una novedad en los colegios diocesanos. Arranca el trabajo de la Fundación Canónica Autónoma de Colegios Diocesanos Manjón y Palencia, constituida formalmente el pasado mes de diciembre de 2021, y cuyo principal objetivo es coordinar todos los centros educativos propiedad de la Iglesia Católica para que tengan una unidad de acción. «Se trata de clarificar la situación de los colegios, potenciar la enseñanza, que siempre ha sido una prioridad para nosotros, aunar la pastoral en todos ellos, impulsar la renovación pedagógica y la educación de calidad y hacer hincapié en la formación del profesorado, todo ello desde los valores del Evangelio que promovemos», explica Andrés Picón, que lleva 17 años a cargo de estas funciones y que ahora es el director general de la Fundación.

Picón añade que el hecho de que los centros educativos estén dentro de una estructura autónoma va a facilitar su gestión independiente del Arzobispado. Las cifras son muy elocuentes: prestan servicio a cerca de 4.000 estudiantes en toda la ciudad y en diferentes barrios con niveles que van desde la educación infantil hasta la formación profesional, cuentan con una plantilla que supera los 400 trabajadores, 350 de los cuales son docentes y su presupuesto ronda los 13 millones de euros. 

A efectos prácticos del día a día de los colegios no se va a notar ninguna diferencia porque todos los equipos directivos van a continuar como hasta ahora, ya que cuentan con la confianza de los responsables de la Fundación. «La idea que nos mueve es potenciar el trabajo pedagógico que se hace y promover una educación integral, de inspiración cristiana, de calidad y excelencia, abierta a todos, atenta a los cambios de los tiempos, que dote a los alumnos de recursos para ser en el futuro personas competentes, capaces de transformar la sociedad y protagonizar cambios que hagan un mundo cada vez más justo», añadió Picón, que resaltó que en sus aulas hay alumnos de otras religiones sin que esto suponga un problema. «Por ejemplo, está el caso de muchas familias musulmanas que traen a sus hijos aquí porque quieren que se eduquen en valores y en espiritualidad y los valores del Evangelio se los ofrecemos a todos».

La Fundación incluye a los colegios propios de la iglesia burgalesa: Saldaña, Santa María la Nueva y San José Artesano, San Pablo Apóstol, San Pedro y San Felices y María Madre-Politecnos, «situados estratégicamente por toda la ciudad», según Picón, e incorpora el del Círculo por medio de un acuerdo especial vinculado a la pastoral. El director general añadió que están abiertos, además, a la posibilidad asumir otros colegios católicos, quizás de órdenes religiosas que quieran dejar su gestión por no ser suficientes miembros pero que, de momento, no han recibido ninguna demanda en este sentido.

La Visitación de Nuestra Señora- Saldaña es el más antiguo de todos, ya que fue creado por los canónigos de la Catedral, Francisco de Villegas y Don Francisco de Saldaña en 1674. En sus comienzos estuvo dedicado a la educación de niñas huérfanas, durante muchos años su gestión fue encomendada a la orden de las Hijas de la Caridad y hoy, ya diocesano, atiende a más de 700 alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachiller. 

Escuelas con historia. Santa María la Nueva y San José Artesano, San Pedro y San Felices,  San Pablo Apóstol y María Madre-Politecnos nacen todos en la década de los 60 vinculados al crecimiento de la población tras la creación del Polo Industrial de Desarrollo. Los dos primeros llegaron en 1963 de la mano de Cáritas: la gestión del Santa María la Nueva, de chicas, fue para la Institución Teresiana y el San José Artesano, masculino, en principio fue de los Marianistas y más adelante quedó en manos de los sacerdotes diocesanos. Ubicados uno junto al otro, en el año 2009 se decidió su integración y su dirección por las Teresianas. Hoy tiene más de 1.600 estudiantes. 

San Pedro y San Felices nació en 1966 como iniciativa del cura de esa parroquia y de un grupo de familias (en la actualidad ronda los 700 estudiantes), San Pablo Apóstol se abrió en los 70 junto a otros tres que ya desaparecieron y de la mano del  Secretariado de Promoción Social ante la escasez de puestos escolares que había en la ciudad y hoy mantiene una línea de Infantil y otra de Primaria con casi 200 alumnos. El origen de María Madre es una escuela de formación para chicas creada en 1967. Ahora ofrece educación obligatoria y formación profesional a más de 800 personas.

La Fundación lleva el nombre de los sacerdotes Andrés Manjón y Valentín Palencia, como homenaje, explica, a estos burgaleses dedicados a la educación, el primero creando un nuevo estilo pedagógico que sigue vigente en la actualidad y el segundo, como pionero en la formación profesional.