Un año más, y con este ya van tres, el Cronicón de Oña volverá a brillar en su máximo esplendor en el patio de San Íñigo del Monasterio de San Salvador con un elenco de actores que se verá incrementado gracias a la participación de los más pequeños. A su vez, y a pesar de que por el momento no haya nada decidido, Berta Tricio, presidenta de la Asociación, adelanta que la idea es «recuperar la escena de calle», que tanta expectación generaba. 

En la edición de 2021, la junta directiva decidió reducir el elenco de participantes y suprimir las escenas en las que más personajes coincidían para garantizar la seguridad del resto de artistas y de los voluntarios en plena pandemia de coronavirus. En los dos últimos años apenas aparecieron niños sobre las tablas aunque la representación siempre se ha caracterizado por la elevada colaboración infantil, pero en el verano pasado se rescató el número de figurantes adultos gracias a la aparición de vecinos de localidades de la comarca burebana y Las Merindades. 

Desde la Asociación Cultural se buscaba ampliar el listado de personajes después de haber reducido drásticamente las cifras, y finalmente se dejaron seducir por la ilusión de participar en un espectáculo con tanta repercusión a nivel provincial personas de Rojas de Bureba, Frías e incluso Espinosa de los Monteros. También onienses que hasta entonces nunca habían formado parte de la familia de El Cronicón o que su aparición se remontaba a los primeros años de vida del proyecto.

El formato actual, que se representará del 11 al 15 de agosto, requerirá de nuevo en torno a un centenar de actores con el fin de llenar el escenario y que las escenas queden más vistosas. Con las incorporaciones de dibujos en la escena del exótico Encuentro en Córdoba, la Muerte del Conde Sancho García y Sancho II y El Cid planearon evocar un ambiente que no dejó indiferente al público asistente.

Una atmósfera árabe andalusí, grabados del panteón condal ubicado en la iglesia de San Salvador o imágenes de la bóveda de la misma aparecieron plasmadas en la fachada del imponente emplazamiento. 

Entre las novedades de la última edición también se apreciaron ligeras modificaciones en el texto y en la grabación de las voces con el objetivo de «mejorar el espectáculo y hacerlo más ameno y divertido», declaró Tricio en su momento. Respecto a si en su XXXV aniversario surgirán más cambios, «habrá que esperar a que Efrosina, la directora, los comunique en julio. Trabajamos en una programación, pero todavía no la tenemos del todo diseñada», añade.

Un escenario idílico. El espectáculo, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, aglutinará a lo largo de cinco días en torno a 1.600 personas, alguna menos que cuando se desarrollaba en el marco de la capilla mayor de la iglesia San Salvador. El anterior año se pusieron a la venta 334 entradas por función, que variaron de precio según la ubicación.  

Asimismo, se jugará de nuevo con el entramado de los seis accesos por los que aparecerán y desaparecerán los personajes tan sutilmente y con los rincones que tan bien se aprovecharon para narrar parte de la historia, como las ventanas de la fachada principal. La presidenta aseguró en 2022 que «el escenario en varias alturas aporta un interés especial a la obra, al igual que los cambios en la escenografía, que resultan aparentemente notables», algo que marca la diferencia respecto a la función en el templo.

Si bien, los trabajos relacionados con el vestuario y complementos que portan los personajes comenzará esta tarde. De ellos se encarga un grupo de mujeres que durante meses invierten infinidad de horas en arreglar los desperfectos y en diseñar y fabricar ropajes nuevos.