La atención psicológica a jóvenes se duplica en Aranda

I.M.L.
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El programa específico de Salud Mental Aranda pasa en un año de 21 a 40 usuarios, manteniendo una lista de espera de 18 personas, que sigue creciendo semana a semana

Las psicólogas de Salud Mental Aranda, Blanca Cuesta (i) y Alba Ortiz, flanqueando a la directora, Eva Fernández. - Foto: I.M.L.

En un año, el programa de atención infantil y juvenil de Salud Mental Aranda ha duplicado el número de usuarios, contando en la actualidad con 40 niños y jóvenes, de 7 a 25 años, que se benefician de un programa que cuenta con el apoyo económico del Ayuntamiento de la capital ribereña. A pesar de este aumento, aún arrastran una lista de espera de 18 personas que "sigue creciendo, tenemos consultas todas las semanas", aseguró la psicóloga encargada de la atención, Blanca Cuesta, que apuntó que han tenido que adaptar la metolología para poder atender todas las necesidades que se les han presentado. "Hemos pasado de una consulta individualizada a tener que hacer grupos, pequeños, para juntar a cuatro o cinco chavales con situaciones parejas", aclaró Cuesta.

Aunque la edad de los usuarios es variada, la franja entre los 13 y 18 años es la más numerosa, con 23 usuarios. Las chicas son las que más acuden a este servicio porque "son las que antes se plantean qué les restá pasando", con 31 usuarias frente a los nueve chicos. Los motivos por los que acuden a pedir asesoramiento y ayuda a Salud Mental Aranda varía en función de la edad. Entre los más pequeños, hasta los 12 años, surgen los problemas de conducta, ansiedad y fracaso escolar como motivadores, mientras que hasta los 18 años se suman circunstancias como la soledad, trastornos de consulta, autolesiones e ideas suicidas. Junto a estas problemáticas, los mayores, hasta los 25 años, añaden problemas de orientación vocacional en sus consultas.

La directora de Salud Mental Aranda, Eva Fernández, recalcó en la presentación de este balance en el ecuador de un programa que tiene 12 meses de vigencia que estas cifras demuestran la necesidad de este programa. "Se necesita una continuidad, hacemos un llamamiento al Ayuntamiento y al nuevo equipo de gobierno porque hasta ahora no existía ningún proyecto similar en Aranda y se venía demandando por las propias familias y los jóvenes y niños, porque no tenían un servicio de apoyo emocional aquí y en las situaciones más graves les estaban derivando a la unidad infanto juvenil de Burgos", destacó Fernández.