La acuciante falta de mano de obra en las empresas, la caída del alumnado en las aulas, la ralentización del desarrollo urbanístico y residencial, el agravio permanente en la apuesta estatal por las grandes infraestructuras, la falta de atractivo para el asentamiento de las grandes plataformas logísticas e industriales, la carencia de buenas frecuencias en el transporte de viajeros, la desaparición del comercio a pie de calle, la ausencia de grandes espectáculos culturales, la pérdida progresiva de estatus económico, la ausencia de voz y de poder en los grandes centros de decisión políticos... Todo eso y muchas pérdidas más están detrás de la crisis demográfica permanente que erosiona y empequeñece a Burgos, que se sitúa entre las capitales de provincia que menos crecimiento poblacional ha experimentado en los últimos 25 años.

En las capitales residen más de 15 millones de personas en la actualidad, es decir, 3 de cada 10 españoles. Su censo se ha incrementado en 1,4 millones de habitantes desde mediados de los años 90 del siglo pasado (en buena parte por la aportación de los inmigrantes) y la cifra total se puede llegar a duplicar si se suman los padrones de los municipios de su área de influencia. 

Las cinco ciudades más pobladas del país son Madrid (3,3 millones), Barcelona (1,6 millones), Valencia (789.000), Sevilla (684.000) y Zaragoza (675.000), que está próxima a desbancar a la capital del Guadalquivir. Por contra, las cinco de menor tamaño son Teruel (36.000), Soria (39.600), Segovia (51.200), Huesca (53.400) y Cuenca (54.000). 

Salvo Sevilla y Orense, todas han aumentado su padrón municipal en cifras absolutas, aunque las diferencias entre unas y otras –solo en población– son abismales. Mientras Madrid suma 438.500 vecinos en el periodo citado hasta alcanzar los 3,3 millones, Zamora no llega al millar (905) y apenas roza hoy los 60.300.  

El último censo cifra en 174.051 los vecinos de la ciudad del Arlanzón, que se mantiene estable en el puesto 31 de las capitales de provincia españolas pese al evidente –y también recurrido– liderazgo empresarial, su posición económica en el conjunto de Castilla y León y su ubicación estratégica en el centro del norte peninsular. Es, en resumidas cuentas, una ciudad de tamaño medio que empequeñece.

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