Después de la tempestad llega la calma a M&C Bakery Briviesca (de la compañía italiana Morato Pane). Tras «las consecuencias negativas no solo a nivel económico sino a nivel de calidad del producto», según el testimonio que aportó a este periódico la exdirectora general de la compañía en España, Elisa de la Torre, «todo indica que el ERTE que se lleva aplicando desde hace muchos años, ahora en concreto no, finalice a finales del año porque se prevé carga de trabajo», expone Roberto Alonso, representante de USO. En el segundo encuentro para alcanzar una negociación con el fin de mejorar el convenio ha propuesto incrementar el sueldo de los empleados un 8,5% en 2023 y un 1,5% más el valor del IPC del año vencido en 2024 y 2025.
Los representantes sindicales de USO, CCOO, UGT, CGT y OCET ya han presentado a la compañía sus respectivas plataformas de convenio de cara a los tres próximos años y son conscientes de que el camino será largo. «No creo que firmemos el acuerdo antes de que finalice 2023 porque solo nos hemos reunido en dos ocasiones y hay muchos asuntos que tratar», aclara Alonso. La reunión de ayer se demoró durante horas y a pesar de que el portavoz considera que no resultó «nada relevante puesto que habrá muchas modificaciones y porque haya diferencias desde el principio no vamos a tirar la casa por la ventana», cada grupo tuvo la oportunidad de mostrar sus propuestas referentes a los salarios y el cuarto turno.
En el caso de la Unión Sindical Obrera «nos acogemos a la pérdida de poder adquisitivo de años anteriores porque en 2021 y 22 tuvimos unos incrementos del 2% y hemos sufrido una pérdida del poder adquisitivo del 8,5%, porcentaje que pretendemos recuperar este año. Además, en 2024 y 2025 planteamos que el sueldo se incremente un 1,5% más la compensación del IPC a año vencido, aunque no hay nada claro y todavía está todo por definir», añade.
Respecto al cuarto turno, que ya está implementado pero a día de hoy es voluntario, «la empresa rechaza el establecido, quiere otro con el que nosotros no estamos de acuerdo porque ofrece peores condiciones», expone el representante. Actualmente, los empleados cuentan con unas cláusulas económicas que «la empresa pretende mantener más o menos pero las vacaciones las quieren eliminar. Los que trabajan en dicho turno disfrutan de ese periodo como el resto pero Morato solo quiere dar una semana al año porque considera que el resto de días quedan absorbidos por las jornadas de libranza: los domingos y una semana completa cada tres».
Un proceso largo. El siguiente encuentro entre la empresa y el comité se ha fijado para el 2 de noviembre y en él esperan acercar posturas, a pesar de que todavía quedan otros puntos que negociar vinculados con los seguros, permisos, salud laboral o jubilaciones. «El 30% de los empleados de la planta tienen más de 50 años y desde USO proponemos que se lleve a cabo un relevo generacional que merecerá la pena», sentencia Alonso.