1) Saber cuánto se gasta y en qué. 

La inflación aumenta el coste de la vida. Por lo tanto, es una buena idea verificar si se necesita ajustar los gastos. Hay que hacerlo antes de tomar cualquier decisión financiera, ayuda a comprender y planificar mejor sus finanzas y a utilizar los ingresos de manera eficiente.

- Hacer una lista con todos los ingresos y gastos mensuales/anuales y comprobar los extractos bancarios y de tarjeta de débito/crédito de los últimos meses. 

- Incluir gastos ocasionales y tener un colchón de seguridad financiera para gastos imprevistos.

2) Priorizar gastos y planificar el presupuesto. 

Tras conocer todos los ingresos y gastos, se puede calcular el saldo y evaluar si se pueden pagar todos los gastos y queda suficiente para ahorrar. Al planificar un presupuesto, hay que establecer primero las prioridades financieras: hipoteca/alquiler, gas/electricidad, alimentos, facturas, etc. A continuación, comprobar cómo se pueden pagar los gastos restantes y cómo se pueden reducir, si es necesario y si es posible. Siempre hay que hacer un presupuesto para las prioridades primero y luego planificar el resto de ingresos. Si es posible, utilizar pagos automáticos para gastos fijos. Siempre hay que tratar de gastar menos de lo que se gana.

3) Prestar atención a las diferentes comisiones. 

Muchos productos financieros, como las tarjetas de crédito, las cuentas bancarias y los seguros, cobran comisiones. Si bien algunos son inevitables, hay que verificar si se pueden reducir o evitar algunos cargos. Preguntar siempre al banco sobre las diferentes comisiones disponibles y las comisiones exactas que se aplican a una cuenta bancaria. Del mismo modo, si se hace alguna inversión financiera como fondos de inversión, hay que comparar siempre los costes para ver si existen alternativas más baratas.

4) Buscar asesoramiento para adaptar su plan financiero. 

En tiempos de alta inflación se puede considerar la posibilidad de contactar con un asesor financiero autorizado. Puede ayudar a tomar decisiones más informadas en sus inversiones, sus planes de pensiones o sus seguros. Asimismo, puede ayudar a realizar una gestión más personalizada de sus finanzas ahora y en el futuro.  Si surgen problemas con los pagos de un préstamo, hay que comunicarse con el banco o prestamista lo antes posible para encontrar una solución y beneficiarse potencialmente del asesoramiento sobre deudas. Esto podría ahorrar el pago de multas por demora y evitar atrasos y ejecuciones hipotecarias. También puede asegurarle que no se enfrentará a restricciones si desea un nuevo préstamo.

5) Tener en cuenta que los tipos de interés del banco central pueden afectarle. 

Los bancos centrales suelen subir los tipos de interés para hacer frente a una elevada inflación. Con un préstamo de tipo variable, esto aumentará los pagos de intereses que se deben realizar. Hay que mantenerse al día de los anuncios de los bancos centrales. Esto preparará para posibles cambios en las cuotas del préstamo.