La falta de inversión en el Directo causa descarrilamientos

I.M.L. / Aranda
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La Plataforma por el Directo recuerda que la promesa de la ministra de Transportes en 2019 de realizar inversiones no se ha ejecutado

Los vagones quedaron atravesados en la vía, en la que se aprecia claramente su desviación a causa del descarrilamiento de este tren bobinero. - Foto: Jesús J. Matías

No hay dos sin tres, y en el caso de la línea del ferrocarril Madrid-Aranda-Burgos se ha cumplido. Desde 2018 son ya tres los descarrilamientos que se han producido en esta vía, y todos por el mismo motivo: la rotura de las traviesas por falta de mejoras. Una inversión que se anunció en enero de 2019 por parte de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y que no se han materializado. 

Así lo denuncia la Plataforma por el tren Directo tras el último accidente que se produjo el martes por este mismo motivo. Si los dos descarrilamientos anteriores se registraron en Sarracín, este último tenía lugar en el kilómetro 203 de la vía, en el término municipal de Gumiel de Izán, pero a escasos metros de lo que fue la estación de Oquillas. Según informó ADIF, un tren de mercancías de 17 vagones que venía de la localidad leonesa de Villadangos con destino a Aranda se detuvo en ese punto al descarrilar los tres vagones de cola, mientras que el resto del convoy se quedó «dentro del túnel de San Lorenzo», sin que hubiese que lamentar daños personales. 

«Esto es por falta de mantenimiento, entendiendo como tal todas las acciones dirigidas a mejorar la vía; ahora la línea tiene unas traviesas que hace 13 años que ADIF no las pone en ninguna vía de ferrocarril y su cambio mejoraría la estabilidad y la seguridad de la línea», asegura el presidente de la plataforma, Jorge Núñez, que ayer acudió a ver el lugar del accidente en persona. «Esas traviesas son dos bloques de hormigón unidos por un acero y cuando pasa un tren con un poco más de carga, se doblan y se rompen», explica Núñez las más que probables causas del accidente, que en este caso ha provocado daños en 150 metros.

La consecuencia directa de este nuevo descarrilamiento es que las empresas del polígono Prado Marina que dependen de esta vía y su ramal para recibir materia prima se han quedado sin esta vía de comunicación. «Nos han dicho que va a estar solucionado el lunes», apunta Elena Martín, directora de Tubos Aranda, que reconoce que este nuevo accidente les supone un importante trastorno para su operativa. «Yo iba a traer cuatro trenes este semana, con cuarenta bobinas cada uno, que no voy a poder traer y, si hay algo urgente, lo tendré que traer en camión», reconoce Martín, lo que supone un incremento en los costes, por lo que buscará «minimizar lo que traiga por carretera» con la idea clave de no parar la producción en ningún momento. «Llevamos una semana trayendo un montón de trenes, casi uno diario, y tengo un montón de material para trabajar», remarca la directora de Tubos Aranda.

Por parte de Aranda Coated Solutions, la situación es pareja. «No supone ninguna disrupción en la planta, por un lado porque hay stock suficiente y, por otro lado, porque no está previsto que el incidente dure mucho tiempo, sino que está previsto que el lunes vuelva a funcionar, lo que no va a suponer ningún contratiempo a la planta», aseguran desde esta empresa, que también depende en gran medida del transporte por ferrocarril, a través del ramal que une este polígono con la línea del Directo.