Apacid suma a sus batallas la solidaridad

I.L.H.
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Dieciséis actores y actrices con discapacidad intelectual del grupo de teatro Dulces recaudarán fondos para la Fundación Mayo Rey. El sábado, con la obra 'El verdadero Cantar de mío Cid'

Esa misma obra, la adaptación en forma de comedia de los avatares de Rodrigo Díaz de Vivar, la representaron ayer en el IESDiego Marín Aguilera. - Foto: Jesús J. Matías

Una visita al baño para aplacar los nervios de última hora y ¡a escena! Los dieciséis actores y actrices de APACID llevan más de una década sobre las tablas, pero cada obra conlleva su excitación y esta vez van a representar nada menos que una adaptación del Cantar de mío Cid. En el IES Diego Marín Aguilera estaba ayer todo preparado y en cuanto los estudiantes llenaron el salón de actos, el telón se movió dejando ver a Alfonso VI sentado en su trono: el rey iba a hacer caballero al Cid con música de baile. 

La fiesta, la actualidad y el sentido del humor son tres de las características de esta versión que el grupo de teatro Dulces, integrado por personas con discapacidad intelectual, volverá a representar el sábado. A sus batallas habituales por la integración y la autonomía, APACID suma otra más respaldada por Rodrigo Díaz de Vivar: la recaudación de fondos para la Fundación Mayo Rey y los proyectos de salud que tiene en marcha en Camerún.

Pero volvamos a la obra de teatro y a la juerga con la que se enfrentan a las aventuras del de Vivar en El verdadero Cantar de mío Cid. Con guasa y mucho salero el elenco lleva a nuestros días la historia del Campeador jugando, por ejemplo, con los programas rosas de la televisión para hablar de los chismes que llevan al destierro del Cid: «Castilla te ha nominado», dicen en un momento para explicar que el rey y los castellanos piden su marcha.

Aluden también a las «grandes ideas» de crecimiento empresarial o al dinero a fondo perdido que recibieron los bancos al contar la anécdota del cofre que dejó antes de partir al exilio, mientras la música fiestera sigue sonando de vez en cuando. Y someten a un control de alcoholemia a las mesnadas del Cid, que se toman la expedición con demasiada alegría.

En esta versión adaptada a las capacidades de cada actor y actriz, las hijas del Cid y doña Jimena no se conforman con los papeles asignados a las mujeres y se postulan para otras tareas. Y se habla del sufrimiento de las guerras, del compromiso de ayuda al otro o de las desigualdades. 

Con este tipo de representaciones llevan desde hace catorce años, acompañados en cada montaje por cuatro monitores. Entre todos preparan los personajes, realizan la escenografía y confeccionan la indumentaria durante el curso: «Es un grupo bastante estable que se crecen con cada función», confirman Rocío y Carmen, dos de las responsables de la actividad.

«En el grupo hay personas con capacidades muy diferentes, desde quienes no saben leer o escribir o no tienen lenguaje a quienes se aprenden una buena cantidad de texto. Por eso preparamos cada personaje a medida. Es interesante verles sobre las tablas, pero también ver cómo explican el proceso en el diálogo posterior que solemos entablar con los espectadores». 

La función del sábado es en el centro cívico Río Vena, a las 18:30 horas. Las entradas, a 6 euros, se pueden adquirir en el cívico 30  minutos antes de la función, o anticipada en la librería Hijos de Santiago Rodríguez y Deportes Manzanedo.