Después de diez años, el Ayuntamiento ha sido incapaz de tener los deberes hechos para aprobar los pliegos que permitan sacar a concurso el nuevo contrato de Ordenación y Regulación de Aparcamiento de vehículos en la vía pública (ORA), lo que popularmente se conoce como la zona azul. Una situación que obligará al Ejecutivo local a ordenar la continuidad en la prestación del servicio, por lo que se pagará a la actual empresa pero sin un contrato de por medio. 

En cuanto a los pliegos, el concejal de Ingeniería Industrial, Adolfo Díez, detalla que ya están terminados pero sin haber superado aún el filtro de Intervención y Asesoría Jurídica. A partir de ahí, procederá su aprobación y el inicio del expediente de una licitación que, casi con toda seguridad, tardará meses en resolverse.

Lo que ya se sabe es que en el Ayuntamiento cuentan con que el coste del contrato se va a encarecer de manera sustancial. Porque si el anterior se adjudicó en 1,8 millones de euros al año, Díez detalla que el próximo se licitará con un presupuesto de 2,4 millones. Es decir, por 600.000 euros más.

No es menos cierto que el contrato actual está vinculado con una revisión de precios en función del IPC ya se encareció el año pasado, sin ir más lejos, en 106.000 euros. La nueva normativa no permite ya esa relación con la inflación.

La principal novedad será la exigencia de que se renueven la totalidad de los parquímetros que hay repartidos a lo largo de las 60 calles de la ciudad en las que está implementada la zona azul. Se cambiará para que los nuevos permitan pagar con tarjeta y aproximando también el teléfono móvil.

Por lo demás, Díez asegura que no se introducirán novedades de calado en el futuro contrato ya que no se contempla ni crear nuevas zonas de estacionamiento regulado ni introducir otras zona naranja, verde... «Se mantienen las mismas zonas y tarifas», comenta.

Lo que está garantizado es que este año, eso sí, se perderán algunas plazas como consecuencia de la construcción del carril bici de Reyes Católicos o el que se quiere ejecutar también en la calle Vitoria.

En esta ocasión, el Ayuntamiento optará por un contrato de duración más corta ya que se quedará en los 5 años, aunque contemplará la posibilidad de añadir otros dos de prórroga.

El Ayuntamiento ingresó el año pasado por infracciones en la zona azul (por tener el tique o haberse excedido de tiempo) algo más de 800.000 euros.

En la actualidad, la empresa que gestiona este servicio es Eysa, a quien se la ha tratado de compensar con la pérdida de plazas de zona azul que han provocado nuevas autorizaciones de terrazas, la instalación de islas de contenedores o las obras de accesibilidad en las paradas de autobús. Se hizo al incorporar nuevos espacios de estacionamiento regulado en el entorno de la Delegación de Hacienda y de Regino Sainz de la Maza. Se llegó a barajar la implantación en el Casco Histórico Alto, pero las diferentes opiniones vecinales obligaron a paralizar cualquier intentona.

Por otro lado, en el año 2021, la Junta de Gobierno Local estimó parcialmente un recurso que presentó la empresa por los daños que le originó la pandemia (entre otras cosas, el alcalde decretó la gratuidad del servicio entre el 16 marzo y 24 de mayo de 2020), motivo por el que el Ayuntamiento acordó el pago de 111.000 euros como compensación.