Ignacio Camarero

Dibujos de Ciudad

Ignacio Camarero


Ganga en Aranda

21/08/2023

Friné mostró sus pechos desnudos de súbito. Y, a continuación, fue absuelta de ser condenada a muerte. Había sido acusada de impiedad por Eutías, uno de sus amantes. Cuenta Ateneo de Náucratis, también, que la decisión del Aerópago griego estaba prácticamente tomada, en contra de la cortesana. Y que el repentino despechugue lo cambió todo. Pero, no lo crean. Los pezones al oreo de la hetaira apenas influyeron en el veredicto. Lo verdaderamente irrebatible fue el discurso de su abogado Hipérides, también frecuente del lecho de la acusada. El ateniense convenció al tribunal con un valioso argumento. ¿Cómo puede ser impía una mujer que tiene formas de diosa? ¡Piedad, para la belleza...!

El juicio aconteció trescientos años antes de nuestra era. Y, desde entonces, lo sabemos. La consistencia de un destete público está en el discurso, no en lo que se muestra. Lo que verdaderamente cuenta es que el relato sea bueno o malo. Caro o barato. El de Amaral de este Sonorama, por ejemplo, ha sido especialmente módico. Dedicó su desnudez a otras artistas, como ella, muy aficionadas a facturar más por lo que dicen que por lo que crean.

Hablar de libertad en occidente, a los cincuentaiún años, no parece, más bien lo contrario, especialmente caro. Igual de low cost que enseñar tus tetas en un festival de agosto en el que ciento cincuenta mil jóvenes empapados en música y caldo de Ribera disfrutan de las suyas, sencillamente porque les viene en gana. Otra cosa es lo que el gesto de la cantante podría haber llegado a ser en otro contexto.

Si, la aragonesa, con el mismo vestido, incluso con la misma canción y caída de busto, hubiera dedicado su activismo a Mahsa Amini, desde la Plaza de la Revolución de Teherán. La sensibilidad de Amaral, aquí sí, pasaría de ganga en Aranda a joya en Irán. Contaría con todo mi apoyo, y, por qué no decirlo, le prestaría mi contraseña de Bizum para el pasaje de ida. Pero, lo siento, no soy muy de low cost.

El desnudo de Friné inspiró a la Venus Anadiomena de Apeles. También a la Afrodita Cnidea de Praxíteles. Las carnes justificadas de Amaral apenas dan para una comparación. Si se trata de pechos y palabras, sí, claro, me quedo con Friné...